Si mi hijo no llega con el pelo verde en la adolescencia, soy de las que se van a preguntar que fue lo que hice mal.
No es que quiera que mi hijo sea raro, lo que quiero es que en algún momento de su vida se sienta libre de probar por lo menos en el color del pelo. Un poco de desafío, un poco de saber lo que significa pensar distinto, creo que es fundamental para decidir después cuales son las batallas que vas a librar, en qué no vas a transar.
Yo tuve el pelo de todas las maneras, no de todos los colores, porque las tinturas no me gustan. Aunque usé henna, hasta que las canas fueron a más, y entre una y otra puesta de henna empecé a tener demasiados pelos rosados como para obviarlos. Lo dejé.
Pero sino, tuve el pelo cortísimo, largísimo, en capas, parado arriba y liso, y hasta crespísimo.
Hoy en día, me pregunto sino debería teñirlo de un solo color pero me resisto, me da flojera, y además la peluquería es carísima en Alemania. La batalla de la individualización o la de la pertenencia a los grupos quedó atrás, y sin embargo presiento que me voy a convertir en una de esas mujeres con canas, esas raras que o se ven fantásticas o parecen brujas. Vamos a ver.
Siempre me gustó la gente que tenía su estilo, su manera de ser también para afuera. Encuentro aburridos a los que van con la última corriente o a los que no les interesa lo que se ponen, o como se ven. Tampoco es que los discrimine, sino que me da alegría los que se visten como jugando. Tampoco es lo que más me importa de una persona, simplemente me divierte ver a otros con sus atuendos.
De todas formas apoyo firmemente en eso de: “lo que tienes puesto te queda como la mona, pero daría mi vida por defender tu derecho a ponértelo.”
Aquí en Alemania he aprendido a disfrutar del respeto a la vida privada, que llega también hasta lo que llevas puesto. Hombres con aros que tienen el pelo discretamente azul, o amarillo pueden atender la ventanilla de un banco, o ser corredores de propiedades. Esto más en las ciudades que en los pueblos, más aceptados por la gente con cierto grado de educación que por los que se quedaron en su pueblucho, claro, como en todas partes.
Y la estética, pensada como lo que se ve, no es tan inocente. Recuerdo exacto el día que por primera vez vi una pareja de chicos homosexuales de la mano, y besándose. No tenían más de quince. La edad de los primeros noviazgos. Me pareció tan dulce y romántico. Me pareció tan normal.
Y claro que pensé en mi hermano que al principio de los setenta recibió un par de piedrazos por llevar el pelo largo. Y también en como un compañero, de izquierda, hijo de preso político le gritaba a un chico cosas feas en la facultad porque lo consideraba “amanerado”. Tengo que reconocer que en los espacios públicos en Chile una pareja heterosexual dándose un beso ya es oportunidad para que cualquier ordinario les grite de todo. Lo he vivido. Pero con los homosexuales, pero con ellos…
Ver a esos dos me dio gusto. Ellos no tienen ni idea de como podría haber sido. Y ojo que durante la época nazi también podrían haber terminado en campos de concentración. La experiencia histórica existe también acá.
Esa escena pasó en una “Jugendhaus”, una “casa de la juventud” en Stuttgart, donde un grupo de chilenos nos encontrábamos a ensayar como grupo folklórico. Allí la municipalidad da espacio para ese tipo de actividades juveniles, y en la cafetería del lugar nos juntabamos después a beber, a conversar y a estar un rato juntos.
Los chilenos, una griega que bailaba con nosotros y uno que otro alemán de los que siempre hay en estos casos, nos pusimos un poco ruidosos. Es que el ambiente era bueno entre nosotros y éramos algo así como diez o doce. Cada vez que el director del grupo se comía una de las albóndigas de la sopa que le habían servido, nosotros lo aplaudíamos y vitoreábamos. Tonteras colectivas que se le ocurren a uno.
Y en eso volví a la realidad, los mismos jovencitos dulces y enamorados se nos vinieron encima furiosos para decirnos que éramos unos escandalosos, y faltos de respeto que no dejaban estar en la cafetería en paz a los demás. Nuestro grupo bajó la voz en medio de risitas, tratando de adaptarnos poh! Porque claro: esto es Alemania pensé.
22 comentarios
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Miércoles, enero 17, 2007 a 5:36 pm
DudaDesnuda
Suele suceder que toman esa libertad (que bien o mal ganada, la tienen) para ser peores y más jodidos que aquellos que, alguna vez los hubieran insultado. Eso me alisa un poco los ovarios. En Alemania, en la China y en Argentina.
Besos moralistas. (Buajjjjjjjjjjjjaajaja)
Miércoles, enero 17, 2007 a 8:28 pm
Pal
Dudis, yo creo que la cosa es siempre más contradictoria de lo que uno cree. Son más liberales, los chinos, los alemanes, los argentinos, los etc?… que los chinos, los argentinos, los chilenos los italianos etc? La única respuesta posible es: depende de qué y de que chino, alemán, chileno… etc hablemos.
Afortunadamente lo de la sexualidad del otro no es problema, en general. Pero lo del espacio común… la reglamentación es cosa seria en este país!
O como decía Mafalda cuando le preguntaron “a quién quieres más a la Mamá o al Papá?”, y ella dice: “quiere la respuesta standar, o la sincera?” Yo creo que en el fondo la mayoría de las veces para la sincera no tenemos tiempo, ni ganas.
Pero es cierto, cuando un negro se pone racista se ve peor, a no ser que sea un film de Tarantino! jajaja.
Jueves, enero 18, 2007 a 2:34 pm
Ginger
Pal, cuando tu hijo tenga 16 o 17 años se teñirá, se tatuará, se hará piercings o lo que se use en ese momento, porque no importa el país donde haya nacido, la adolescencia es igual en todos lados: necesitan diferenciarse (por experiencia te lo digo, el mío se apareció con un tatuaje en la pierna y yo casi me muero).
Por otro lado, la historia, la idiosincracia de cada lugar es tan personal que uno no tiene más remedio que adaptarse. Nada es porque sí, por ejemplo, un país como este que siempre estuvo muy influenciado por la iglesia, hace un escándalo cada vez que se toca algún tema de control de natalidad o sexual. Sin embargo, todos se horrorizan pero nadie hace nada con la terrible corrupción en la que vivimos.
Jueves, enero 18, 2007 a 4:43 pm
Pal
Esa fijación en lo sexual, y la miopía en otras cosas ya la conozco de mi propio país, claro.
Y si, te adaptas a muchas cosas, yo soy bastante adaptable, sobretodo si hay compensaciones, pero la frontera personal también existe. Ahí aparecen lo que yo llamo, las batallas que si voy a dar.
Lo peor es que a mi, es difícil que me dé un ataque con lo de los adolescentes, pero supongo que eso lo único que hace es ponerle la vara más alta.Ya tirito.
Viernes, enero 19, 2007 a 9:40 pm
eltipodelsofa
que tal señorita pal? ya le envie un mail con la respuesta a su duda. aclaro que yo no trabajo con wordpress asi que no se si le dara resultado pero creo que si por que esta pagina no especifica co que blogs funciona… espero que le de resultado y por favor hagame saber si le sirvio… sin mas le dejo un beso en el pupo….
Sábado, enero 20, 2007 a 11:48 am
Pal
Ay! tipo del S. gracias y requete gracias… miraré enseguida. Besos en el idem para ud. también.
Sábado, enero 20, 2007 a 1:05 pm
Kill
Algunas cosas mi querida Pal.
Tengo entendido que en Alemania las personas son muy respetuosas, pero también tengo entendido que es número uno del mundo en abandono de ancianos. El respeto a los ancianos como en otras partes del mundo no existe allí.
Cuando uno es adolescente quiere gritarle “al hombre” como dice Jack Black en la palícula School of Rock, “el hombre” nos persigue con sus reglas y nosotros les gritamos en la cara que no las vamos a cumplir, entonces nos rompemos los pantalones, no pintamos el pelo y escuchamos rock and roll a todo volúmen.
Los chicos “son” normales y no tiene nada que ver la gimnasia con la magnesia, yo si alguien está a los gritos en un bar, por una cuestión de respeto le pido por favor que baje la voz, o por lo menos se lo pido al mozo, jeje, está demostrado que es 100 por ciento más efectivo.
Dejo besos y dejen de hacer tanto batifondo que no dejan dormir!!!
Sábado, enero 20, 2007 a 1:18 pm
Pal
Killi razón tienes. Los viejos se abandonan en asilos de ancianos de lo más modernos, con manicurista si te la puedes pagar. Dicen que duran dos años con vida en estas instituciones. Los hijos están siendo obligados por ley a pagarlas, eso quiere decir que te sacan todo menos vender la casa propia, si entregas tu viejo. Por eso tenemos que pagar un seguro “de cuidados en la vejez”… para que el nene pueda tener vida propia cuando el machucáo y yo estemos listos.
No quise decir que por ser “distintos” estos chicos del bar tuvieran que callarse, si les molestabamos, más bien quise mostrar que todas la sociedades son contradictorias dentro de su lógica interna (o lo contrario). Otro ejemplo: No puedes decir que en Chile el control de la natalidad es eficiente, porque nace cada vez menos gente (1,8 creo es el índice anual), sino dices que el problema de los embarazos adolescentes es grandísimo, y que la cantitad de abortos es impresionante (eran más del 40% en los 90tas) A eso, me refería.
Un último si: gritar en Alemania, no implica los mismos decibeles que en Argentina. Fírmelo.
Lunes, enero 22, 2007 a 2:35 pm
Bart
Cuando mi pequeño querubín, el reyecito de mi casa, la cosita linda de su papá se presentó en casa con la cabeza rapada creo que sufrí un paro cardíaco, hasta vi el túnel con la luz al fondo e incluso creo que me crucé con Ginger que se lamentaba a grandes gritos: Arrgh… ¿por qué, Dios mío, por qué un tatuaje en la pierna?
Yo ya sabía que él no era facha pero en mi rancia educación franquista siempre había asociado la cabeza pelada con la extrema derecha. Tuvo que remontarse a la Jamaica de 1950 y al Londres de 1965 para explicarme los orígenes del movimiento skín. Todo bien ¡Y lo que nos ahorramos en peluquería!
“Todo bien” es un decir: la otra, la menor, acaba de llegar a la adolescencia ¿con qué nos sorprenderá?
Gracias por el enlace.
Lunes, enero 22, 2007 a 6:41 pm
Pal
Los skin no son fachos????? Bart, es que lo peor de todo es que los hijos nos demuestran en el hecho nuestra absoluta ignorancia del mundo en que vivimos. De un sólo alcachofazo te vuelves a tener que plantear todo, todo… y uno creyendo que a partir de cierta edad empezaba a entender… me dejaste frita. Al final Gin va a terminar teniendo razón, una se pone vieja y ya.
Y que decir de lo que se te viene: que te sea leve!
Martes, enero 23, 2007 a 1:38 pm
Barbarita
Yo lo que quiero es que Bart escriba un libro.
Martes, enero 23, 2007 a 8:14 pm
sonia
Pal: yo soy la menos indicada para criticar la elección de un adolescente por más bizarra que sea.
Con mi cabeza hice DE TODO!(lo que hay fuera de ella porque por dentro, es inmodificable). Mi mamá pensó que era carne de diván y lo sufrió hasta que, ya mayor de edad y casada, entendió que más que mirarme feo no podía.
El pelo es la variable de ajuste de mis emociones es por eso, que en el momento de peor estres de mi vida, decidió suicidarse (se me cayó a cachos dejándome casi pelada en la zona occipital), porque sabía que se venía el desastre.
Así que mi consejo es mudo.
Miércoles, enero 24, 2007 a 8:58 am
Pal
Sonia, pero si al final es así: silencio. Es otra vida, esa que los niños tienen, y la mayoría no lo hemos hecho tan fantástico como para esperar que nos copien. Lo que le deséo es sabiduría para escoger sus batallas, y fuerza para pelearlas hasta el fin.
Se te cayó el pelo? que miedo que te debe haber dado!
A mi, un día cualquiera se me esclerosó (se dirá así?) una parte de la pierna… y ahí quedé. Es mi barómetro. A veces me amenaza con seguir creciendo y me da susto… pero la prefiero allí que en el esófago, o en una mano, o en la cara, seamos sinceras.
Aguanta Son, que el que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen.
Miércoles, enero 24, 2007 a 1:36 pm
beya
Supongo que socialmente tenemos incorporado que lo “correcto” o lo “normal” es lo mayoritario. Quizás nosotros somos “los otros”. O como dice Borges: “Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos”…
Miércoles, enero 24, 2007 a 1:55 pm
Pal
Claro, Beya, siempre se es el otro de alguien. Es más, lo que más somos es otro. Lo raro es que no nos demos cuenta, sinó cuando nos toca… y por eso que dices es que uno quisiera preparar a los hijos para el choque, cuando le toque saber que lo pueden querer pulverizar si anda luciendo su otredad.
Tu eres otra que es Bienvenida, en este caso. Quedas en casa.
Jueves, enero 25, 2007 a 3:04 am
Anaik Frita
Off topic: ¿Estás bien? De refilón me enteré de la tormenta en Alemania y pensé en vos enseguida. Besossss
Jueves, enero 25, 2007 a 8:41 am
Pal
Gracias Annaik por pensar en mi… yo me preparé arreglando mi balcón, recogiendo macetas y los juguetes de los niños y no salimos de casa. Manejando se te puede volar el auto! Aunque finalmente no pasó mucho en el lugar donde vivo… igual impresiona este año el clima. Estamos bien, pero no te digo la cantidad de nieve que hay en este momento por todos lados…
Jueves, enero 25, 2007 a 8:29 pm
beya
Gracias, Pal, por darme la bienvenida con palabras tan cálidas :-)
Jueves, febrero 1, 2007 a 10:05 pm
amc
Pal, cuando a los 20 años, mi hija se me apareció con un micro piercing en el lado derecho de su pequeña naríz, a pesar de que aún en las fotos es casi imperceptible, ese día, yo no veía ni sus ojos, ni su naríz, ni su cara, sólo me brincaba a la vista el reflejo azul que emanaba del dichoso piercing. Ya lo habíamos platicado y no quise oponerme porque a veces resulta contraproducente. Así que cuando me tocó el tema de los tatuajes; dije claramente ¡¡NOOO!!. Total, el piercing te lo quitas y cierra el puntito sin más. Sabes? yo también admiro a los intensos, pero acá en México, a la hora de buscar trabajo formal, es mal visto todo lo que no sea conservador en los jóvenes y en la mayoría de las universidades privadas también es mal visto por parte de los docentes, aunque claro, los compañeros siempre festejan esos retos a la autoridad. Imagino que la vida en países de primer mundo te permite más libertades, comenzando desde lo básico; cada quien es dueño de sí mismo y puede hacer con su persona lo que desee ¿o no?. Y acá, ni hablar de los homosexuales, que todavía existen grupos numerosos de homofóbicos y ya imaginarás a lo que se exponen (como si no fuera admirable el simple hecho de salir del closet), como ejemplo, en estos días, el “flamante” secretario de salud recortó en un alto porcentaje las campañas de protección contra el SIDA usando preservativo, para dar paso a SU idea de que el remedio es la abstención sexual. Espero que mis nietos puedan ponerse un tatuaje, arete, piercing o el color que se les de la gana en la cabeza y no sean mal vistos por NADIE en este país.
Viernes, febrero 2, 2007 a 10:11 am
Pal
Bienvenida amc, quedas en casa.
Que te voy a agregar! claro que sé como es el asunto… los chilenos que vivieron en México admiraban la apertura de los mexicanos para con los grupos homosexuales, y el nivel de organización de estos por allá, imagínate, como sería el asunto por allá… pero si, Adriana, esa es la ciencia y el arte: saber como guiar a los hijos. Por una parte que tengan la fuerza de ser ellos mismos, de crear un mundo un poquito mejor de lo que sea que les toque heredar, y al mismo tiempo que la sociedad no los aplaste por un par de pelos verdes, o un tatuaje tonto… que difícil!
Viernes, febrero 2, 2007 a 8:03 pm
amc
Gracias por la bienvenida Pal, hasta ahora me fijo que me puse amc, soy Adriana, me ha dado mucho gusto ver que te animaste a tener tu blog, y sí, me siento en casa.
Por otro lado, los grupos de homosexuales acá sí están organizados y algunos avances han conseguido, ni negarlo. Lo malo, es que son minoría, y a la mayoría le hace falta entender la esencia de la palabra “libertad”, ¡imagínate! si por un tatuaje o el color del cabello te ven “raro”, está claro que falta mucho por hacer ¿verdad?.
Viernes, febrero 2, 2007 a 8:07 pm
Pal
Adriana, es que como firmes te llamo, claro que sabía que eras tú!
Y en este nuevo comentario sigues teniendo razón.