Hace un par de días me llegó el libro de Barbarita.
A la Barbie le pasan cosas. No es que a los demás no nos pasen, la diferencia es que ella lo cuenta, y la diferencia es que a ella se le convierten en literatura.
A veces a Barbie lo que le pasa es que se le ocurren historias y ahí una- que ya sabía que en las anécdotas de Barbie el cómo están escritas no es secundario- advierte más aún que el asunto se le convierte en literatura.
En la manera de contar las cosas que tiene me pasa a mí que se me abre de pronto una ventana y puedo ver… otro mundo. En ese otro mundo puedo identificarme, horrorizarme, alegrarme y entretenerme. Cuando leo sus historias a mí también me pasan cosas y me da la sensación de haber aprovechado el tiempo. Esto último, no sé por qué es importante para mi, pero lo es. No me gusta leer y sentir que podría mejor haber visto la tele, o salido a dar un paseo o cualquier otra cosa.
Me asombró mucho que al tener el libro se produjo una especie de distancia con el texto, como si alguien los pusiera en el lugar que les corresponde: un libro, y tuvieran las historias otros parámetros, los de la ficción.
Algunos de los cuentos- historias se las he leído a mi hijo, y lo he hecho porque me gustaría que él supiera que los adultos fuimos niños, que nos acordamos si queremos de ello, que a veces entendemos y también que a veces, igual que les sucede a ellos, no terminamos nunca de entender ciertas otras cosas. Y esto me resulta con algunos textos de Barbarita.
Tengo un cuento preferido en ese libro se llama: Memorias Perdidas. El personaje principal está enrollado en su existencia, vive en concentrado, vive y respira sin poder bajar de velocidad. Al costado de la pista de alta velocidad alguien lo mira y le hace un par de señas. Es como una foto de los tiempos en que uno es inalcanzable.
Me da vértigo esa historia y todavía la estoy rumiando.
Vale la pena leer a Barbarita.
17 comentarios
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Lunes, septiembre 17, 2007 a 6:37 pm
Gusgo
Hola, Pal!
Pues si, mira…vengo a visitar tu casa. Espero no estropear nada durante esta visita.
Me agradaría que me permitieras enlazarte desde mi casita de sololoy.
Saludos, Sis!
Lunes, septiembre 17, 2007 a 8:02 pm
El Tisca
Gracias PAL por los buenos deseos del dia de la independencia, fuera de realidades sociales. Mi famila y yo difrutamos de un evento con artistas destacados y una orgia de fuegos artificiales sincronizados con musica mexicana y rematado con carmina burana. No habia estado en cerca de fuegos por años y esta vez me llevarón mis hijas.
El ultimo parrafo referente al cuento de “Memorias perdidas” me dejo un poco movido porque me da la impresión que yo veo uno de esos todas las mañanas en el espejo. Me gustaría leerlo, aún cuando sé que puedo encontra en el.
Dice mi mujer que a veces para ella es dificil vivir con un torbellino, pero creo que nosotros somos afines por complemento, no por similitud.
un abrazo
Lunes, septiembre 17, 2007 a 9:02 pm
Pal
gus, no estropeas nada… no hay nada que estropear! Un honor que me enlaces.
Lunes, septiembre 17, 2007 a 9:13 pm
Barbarita
Gracias, Pal. Si por algo vale la pena ponerse a escribir es por encontrar a gente capaz de detenerse a leer con la atención que tú lo haces.
De veras gracias por esta entrada. Eres un sol.
(A mí también me da vértigo Memorias perdidas.)
Lunes, septiembre 17, 2007 a 9:29 pm
Pal
Tisca, es que de verdad en esa historia la vida era la que la tenía acorralada… que bueno que veas la base de tu matrimonio… ayuda… yo estoy que mato a mi marido en estos días y me ayuda recordar como es que estamos juntos… nosotros fuimos bien amigos… eso.
Lunes, septiembre 17, 2007 a 9:33 pm
Pal
Barbie!!!! gracias a ti.
Lunes, septiembre 17, 2007 a 10:09 pm
AMC
Pal, concido contigo, la mismas palabras leídas en blog tienen un saborcito diferente en el libro. Mi preferido es: Madre ya había sido antes….. y sí, si que vale la pena leer a Barbarita. Beso
Lunes, septiembre 17, 2007 a 11:02 pm
Laura-cr
¿El auto tiene algo que ver con el deseo de matar a tu marido o es otra cosa? Porque hay que ver la de divorcios motorizados que hay en el mundo…
Lunes, septiembre 17, 2007 a 11:03 pm
Laura-cr
Uuups, o auto-viudez motorizada..
Lunes, septiembre 17, 2007 a 11:19 pm
Pal
no, nada que ver con auto Lau… así no más… la confianza de asco, dicen… pero si no nos matamos antes, ya no vamos a venir ahora con la lesera!
Lunes, septiembre 17, 2007 a 11:43 pm
Un turista bigotudo
Este es un libro que quiero comprar.
Miércoles, septiembre 19, 2007 a 10:47 am
Brontë
Libros… qué sería de nuestra vida sin ellos!
Miércoles, septiembre 19, 2007 a 4:32 pm
Pal
comerse el chocolate así nomás, sin libro?
Jueves, septiembre 20, 2007 a 4:36 pm
Paco Achaval
Gracias Reina por el link!. Voy conociendo a Barbarita.
Cual fue el destino de tu auto?, volvió a la carretera o ya es historia?.
Respecto a mis unidades motorizadas, ya lo tengo asumido: Estoy parado sobre un monton de chatarra. Pero recuerdo una letra de Silvio (Del Sueño a la Poesia) que dice:
“Pais en que los desechos, son amados todavia!”
Jueves, septiembre 20, 2007 a 4:58 pm
DudaDesnuda
Yo soy otra de las afortunadas de tener a Barbarita en casa. Es tan cierto lo que decís, leerla impresa es leerla desde el lugar exacto. Es escritora. Sus historias suben escalones y llegan a la cima. Cada tanto paso por los estantes de mi biblioteca y la saludo, a veces, creo que me escucha.
Besos y alegrías.
Viernes, septiembre 21, 2007 a 8:15 am
Pal
Paco, lee ese que te recomiendo , vas a ver…
Mi auto está todavía en camino… y yo ahorrando acá, mi marido, eso si, no ahorra nada… y ahí estamos, digamoslo así: con dos actitudes distintas ante la fatalidad, que si seguimos así, va a llegar el auto y va a ser “huerfanito”. Por lo menos de padre. Gracias por preguntar.
Dudis: eso.
Sábado, septiembre 22, 2007 a 11:03 am
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