para Beya
Me estaba acercando peligrosamente a los cuarenta y no sabía conducir.
Me parecía que era una inutilidad más que acumular y no quería. En este país todo el mundo conduce y habla inglés, díjeme y me inscribí en la que supuse sería la mejor escuela de manejo de mi ciudad, porque estaba segura de que yo sería un caso difícil. ¡Una vieja que aprende a manejar! Es que me daba pena pensar en quien me tuviera de alumna.
Lo que NO pensé es que en una ciudad determinada por una Universidad, como es la mía, la más famosa de las escuelas de manejo no lo era por ser la escuela con mejor pedagogía o resultados, sino por pertenecerle a una mujer con un doctorado en filosofía.
Desde que me subí al auto el profe- porque la mujer filósofa, no tuvo la sensibilidad suficiente para ponerme una mujer al lado- empezó a entrenarme para que soportara el estrés que significa manejar. Me trataba como una hija tonta y menor de edad. Y yo me dejaba.
Por ejemplo, si se paraba el motor y yo no podía volver a encenderlo de inmediato, el no me decía: “¡el cambio, tontona!”, sino que escenificaba un ataque de nervios: “¡apúrate, cuidado, qué te pasa…vamos a tener un accidente!!” Yo hubiera preferido el “tontona” acompañado del buen consejo, pero el se decantaba por el ataque de histeria. Por supuesto que cuando yo descubría qué era lo que no me dejaba arrancar el auto, era como si nunca hubiera pasado nada. Doble personalidad tenía.
¿Y qué pensaba yo? Que una debe poder conducir bajo cualquier condición, y eso incluía los gritoneos en el auto.
Yo y Psicópata continuamos juntos por largas horas dentro del auto, porque ya se sabe, una siempre cree que es cosa de aprender a tratar al tipo este, que un día el nos verá como somos y cambiará, que un día nosotras vamos a entenderlo y nuestra relación mejorará… que el lo hace por nuestro bien, que en el fondo no es malo ni sádico, es nomás que yo soy durita de mollera, no lo entiendo y el se desespera. Yo le hago perder la paciencia al pobre.
Hasta que un día, y graciasadioh, mi verdadero marido me dijo que ya, o mejor dicho que ¡YA! Que no había más plata para horas de manejo. Cuando se lo conté a Psicópata, este me miró con pena y me dijo: “¡qué triste! No te faltaba casi nada para estar lista… pero así como estás… ¿dar el examen?… no sé… vuelve cuando tengas dinero de nuevo”
En fin, me fui destrozada a casa y pensé que NI la licencia de conducir lograba, algo que en este país cualquiera tiene. Me quedé rumiando mis penas… y decidí visitar una terapeuta. Esta vez si una mujer, plis, no tenía ganas de explicar nada, ni sobre los miedos, ni condiciones de mi aprendizaje. Y lo de si mujer se nace o se hace, es una pregunta superflua en el caso de las que llevamos ya algunos decenios siéndolo.
¿Qué hombre va a entender que paralice el miedo a la agresividad de los otros autos, al caos de las carreteras? ¿El miedo a tener un accidente con el niño dentro del auto? ¿El miedo a que tooooodooooos te puteen y te odien por manejar mal?
Y seamos sinceros, además a mi me molesta muchísimo ser la peor en algo. La componente personal no me ayuda. Una cosa es ser mediocre y otra ser la peor, y eso somos, los peores cuando sales a la calle en auto y solo por primera vez. A eso hay que estar dispuesta y tener los nervios. Con 18 años todos te ríen la gracia de una mal estacionada y el rayoncito pero con más de, digamos 30, ya la cosa se pone pesadita.
Como les cuento, me fui a la terapeuta, y le dije: “ni licencia de conducir logro sacar… buaaaaaah…”
Ella que si mi papá, que si mi mamá, que si mi cambio de país, que si mi matrimonio… en un momento determinado se acordó de la licencia de conducir y me pregunta: “¿y qué sintió durante el examen práctico?” y yo que le respondo: “No, es que no lo he hecho…” y ella que me mira con cara de horror y me pregunta: “¿y cómo sabe que no lo va a pasar? ¡Hay cosas que solo se saben si se prueban! Además, la licencia le permite seguir practicando, Ud. No va a ser perfecta sin practicar. La licencia la autoriza a seguir practicando sola, eso es todoooo.” Me gritó quedando toda despeinada, incluso.
Yo creo que la saqué de quicio, dudo que una sicóloga pueda decir las cosas así de frente, es una como paciente la que debe llegar a las conclusiones… solita… dicen.
En todo caso yo me VI en sus ojos, y me dio tanta vergüenza.
De ahí salí a cambiar la escuela y el profesor de manejo, además tomé la de una amiga que- como yo- es extranjera y aprendió de vieja, y exigí una mujer.
En dos clases di el examen y lo pasé. Cero faltas.
Cuando lo cuento ahora cada segunda mujer- casada- que no maneja, me dice que tiene miedo de salir a carretera, que desde que nació el niño, que desde que solo tienen un auto, que desde que no lo necesita… busqué en internete: amaxofobia se llama ese estado. Miedo a la independencia, dicen.
Las mujeres más increíbles parecen tenerlo, la chica del lado por ejemplo: dos matrimonios, tres hijos y médico anestesista, cuando se cayó a una acequia con el auto dejó de conducir, además su primer marido le repetía lo mal que lo hacía y todo otro conductor con el que se topaba, también. Su segundo marido le aconsejó comprar un automático, ella lo hizo y se le acabó la amaxofobia.
La de dos casas más allá pronto tendrá el Doctorado en Literatura Francesa, tendrá que ir a dejarla su marido para que recoja el título, porque no se sube de chofer desde hace un año. Dice que la agresividad de la calle es lo que no puede superar. Vero, otra con tres niños, dice que no sabe como le agarró el susto y que fue de a poco, no le gusta la velocidad. Esta es enfermera. Y la mamá de Bella compañera de Adri, que es bibliotecaria, dice que lo intentó pero como el auto nunca lo tuvo para ella, siempre era del padre o del marido, y no lo necesitaba realmente, lo dejó, y ahora con 40 ya nonono. Hay alguna que nunca lo intentó. Sus doctorados y estudios no las ayudaron a ser valientes, tampoco los hijos, nada las hizo atreverse.
Estas son ahora mis admiradoras, con un poco de envidia, con un poco de alegría me saludan cuando pasó yo con mi auto- bueno, el sábado, cuando mi marido me lo deja. Y no me pienso bajar.
44 comentarios
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Domingo, abril 13, 2008 a 12:24 pm
suigeneris
Jajja, está gracioso el relato, sí… con perdón, anécdota, y con perdón de la protagonista, … es que lo cuentas gracioso…
Pero no paso por ese tópico de las mujeres. Yo sé que cuentas tu experiencia y no más, pero parece que se extiende hasta el infinito y se perpetua la idea.
A mí me encanta conducir, lo hago creo que bastante bien y saqué el carnet hace tiempo y a la primera. Y no me da ningún miedo meterme en la vorágine del centro de Madrid o chuparme cientos de kilómetros.
Eso de que las mujeres somos torpes al volante… para los gilipollas!!
Hay GENTE más torpe o más miedosa en estas cosas y punto.
Domingo, abril 13, 2008 a 1:16 pm
Pal
No Sui, yo lo que digo es que “empíricamente” esto se da entre mujeres más que entre hombres. Mujeres de las de ahora, las del futuro espero no tengan este problema.
Todos los casos que cuento son reales. TODOS. Hay alguno que no cuento porque me parecen una lata seguir con la cuenta… por ejemplo mi amiga la casi doctora en literatura francesa tiene una madre que sacó la licencia y nunca manejó… y así.
Claro que hay hombres que no manejan por miedo. Antes de aprender, siempre le creí a mi hermano que “era mejor ganar bien y andar en taxi” que tener auto. Ahora sé que tiene miedo, en su casa conduce su mujer.
Y por supuesto que si aprendes joven y tienes tu propio auto, ni sabes de que te estoy hablando!!! Pero no deja de ser una suerte. Yo le aconsejo a toda madre que le enseñe temprano a su hija, al mismo tiempo que a su hijo nomás.
Otro post podría escribirlo contando el estrés que significa aparcar sabiendo que eres mala, y mujer, bajo la mirada de cualquier xy.
Una amiga brasileña se bajó del auto una vez y le pasó las llaves al tipo que miraba diciéndole: “hágalo ud si se ríe tanto…” No cualquiera lo soporta.
En mi próxima vida haré la licencia con 18, como corresponde.
Domingo, abril 13, 2008 a 2:11 pm
Baterflai
No tengo auto ni sé manejar. Pero he tenido la posibilidad de las dos cosas e incluso de haberlo tenido, podría haber colaborado en las “postas” que implica relevarse para que el otro descanse mientras uno lo reemplaza.
Prometí que de este 2008 la cosa no pasa, pero acá te cobran LA guita por enseñarte y todavía no conozco solidarios que se quieran arriesgar.
Aunque de cero no arrancaría: tuve mis experiencias hace casi 10 años allá en Bariloche, pues practicaba con el renault 12 (seeeeeeeeh, au ta zo!) de una amiga, en camino de ripio y esquivando ovejas. Mi mejor habilidad: retroceder, girar y estacionar. Ahora, manejar en Baires? ni loca. Manejar en caminos más abiertos sí, pero de todos modos, hay cada rayado que mama mia, me da miedo.
Domingo, abril 13, 2008 a 2:25 pm
Pal
Arriba Bater!!! tu puedes!!! y que tanto, si como dice una amiga chileno- alemana: total ya tenemos la fama arruinada de partida, qué más nos pueden decir.
FAVOR DE OFRECERSE YA! PARA ENSEÑARLE A LA BATER A CONDUCIR. (Yo te enseñaba enseguida, cosa que vinieras… hay lugares de práctica especiales.)
Acá es obligatorio pasar por la auto- escuela. Solo te diré que el curso y examen teórico cuestan algo así como 500 €… y ya sabes, si no hay suficiente dinero para todos los decendientes en una familia se prioriza. Asi le pasó a la mujer de mi cuñado… que igual la hizo de treintona y no maneja más desde que le dió no sé que en el cuello… dice.
Bah! que coincidencia! también es mujer… cosaemandinga como dicen uds.
Y en nuestra próxima vida hacemos la licencia con 18 y ya.
Domingo, abril 13, 2008 a 5:13 pm
chirusa
uyyyy sí sí
muy ilustrativo el post.
Antes de ser madre marido de entonces me enseñaba hasta que recibí la primer puteada por errarle al embrague y lo mandé a cagar.
Me fui a una agencia donde el primer dia el tipo me lleva a una avenida, todo bien, se larga a llover y no le anda el limpiaparabrisas, no veo, le decía yo, nono, seguí que vas bien me decia el infeliz, no podía bajar el vidrio para ver por el espejo del costado, NO VEO le seguia diciendo, No, daaaaaaaaaleeee que vas bien… y fui bien, pero con ese irresponsable no quise ir más…
No fui nunca más. Despues fui madre y el miedo se me encarnó.
Es uno de mis pendientes (aunque ahora nos hayan robado el auto y pasara mucho tiempo antes de tener uno) pero creo que sera como aprender a andar en bici, y es un conocimiento que puede ser necesario en caso de urgencia.
Ahora sí, si no me animaba en aquel pueblo donde vivía… en ésta ciudad, será peor!!!
Domingo, abril 13, 2008 a 5:23 pm
Pal
Si Chiru, Psicópata una vez me dijo que me tomara una grapita antes de subirme al auto…
Yo cada día me alegro más de ser “capaz”… el marido de mi tía Perla se murió de un infarto en una carretera, ella no sabía manejar y no pudo llevarlo al hospital… eso pasó hace años, la situación a cambiado: ahora existe el celular.
Chiru tu puedes… dale…. es cierto, nunca sabes cuando lo vas a necesitar.
Lunes, abril 14, 2008 a 1:36 am
Ginger
Yo aprendí a manejar a los 12 años en el auto de mi primo, un Valiant 4 grande como un camión. Me llevaba por calles de tierra, casi campo. Cada vez que se cruzaba un perro o una gallina, yo largaba el volante y me tapaba los ojos. Dejé de manejar hace muchos años y nunca más lo hice, porque tengo pánico al tránsito de Buenos Aires. (y mi marido ni en pedo me presta el auto, además)
Lunes, abril 14, 2008 a 2:27 am
Julieta
La independencia que te da saber manejar es increíble ,no tener que decir a nadie ¿me llevás ?,no se paga con nada .Hace muchos años que manejo y lo hago bien ,según mi marido ,que me tuvo 1 año andando por las piletas de Ezeiza hasta que consideró que estaba preparada .para el tránsito infernal de Buenos Aires.Al principio ,cuando tenía que estacionar ,lo hacía a un montón de cuadras de los sitios muy concurridos ,y trataba de encontrar un lugar entre dos garages .Con el tiempo aprendí a estacionar en cualquier parte y no tengo más drama ….Besos
Lunes, abril 14, 2008 a 2:41 am
Laura
Yo aprendí a manejar casi al mismo tiempo que a caminar y hablo inglés. ¿Ya soy ciudadana alemana?JAJA.
Una vez un idiota DE LA OFI DEL TRANSITO me pegó por detrás y el choque fue algo grave. Tuve un poco de miedo unos días, más que nada sentía que hasta de los tráficos había que cuidarse. Pero se me quitó como a la semana.
Muchas mujeres tienen miedo a manejar y yo no sé por qué.
Lunes, abril 14, 2008 a 10:59 am
Ale
Pal, como no le diste un combo al imbecil que te estaba “enseñando”??..es que mientras te leia, me daba impotencia que te tratasen así y que más encima lo dejases.
Yo conduzco de los 12, siempre le sacaba el auto a mi mamá, a los 19 saque mi licencia y de ahí solo en contadas ocaciones he dejado de conducir.
Ahora no lo hago, por que no tengo auto y tampoco pretendo endeudarme 8 años por un citycar, es una locura.
Ahora para conducir debes tener muchisimo cuidado, la gente se transforma al volante, más si van en un vehiculo un pelin más grande que el tuyo…pa que voy a hablar de taxistas, autobuseros y camioneros…y a los tipicos graciosos que hacen pendejadas atrás de un volante.
Yo actualmente temo subirme a un auto cuyo conductor sea excesivamente agresivo, torpe o sea tan precavido que me ponga en riesgo.
He tenido la oportunidad de enseñarles a hombres y mujeres a conducir…pero los hombres son duros, porfiados y llevados por sus ideas, mucho más dificil de enseñarles a respetar la regulación..en definitiva prepotentes. jaja.
La lata es estar tan lejos, yo encantada les daría clases, les enseñaria algo de mecanica, para que no les pasen gato por liebre…por que esa es la otra, una es saber conducir, la otra estacionar el auto y otro mundo es llevarlo al taller.
Yo creo que a cualquier edad puedes aprender a conducir, poco a poco salir a las calles, probar diferentes horarios y que le den por culo ( disculpen desde ya mi expresion) a los que se creen un poco mejor, solo por tener más práctica.
Si esto es como andar en bicicleta, se debe perder el miedo poco a poco y ya despues nadie te detiene.
un abrazo gente
Lunes, abril 14, 2008 a 10:06 am
Pal
Gin si, no eres la única… y no es Buenos Aires, de agresividad está hecho el mundo… (el auto es de tu marido?… mira tú, como en los casos antes mencionados). Deberías probar con una utomático de octava mano, como mi vecina. No se les para el motor, no tienes que pasar cambios, gastan menos bencina en el tránsito en la ciudad y te dejan concentrarte mejor en conducir. (Yo por supuesto los odio por ser autos “de mina”, pero que tanto oh!… déjalos que hablen!)
Lo dicho Juli, es cosa de práctica y perseverancia. Mi marido también me ayudó mucho en eso… nunca he rayado el auto, pero sé que él NUNCA me diría nada si me llegara a pasar. Yo conduzco tranquila.
Imagínate que al inicio de mi carrera de chofer, me metí contra el tránsito y llegué tiritando a casa a contárselo, pensando si yo quería seguir “practicando” y arriesgando, o lo dejaba pa’siempre… y él me contestó contándome que a él le pasó lo mismo y en Hamburgo (!) cuando recién le dieron su licencia (hace más de 20 años), “no seas dramática”, me dijo, “supiste salir bien del entuerto, te felicito, es lo que cuenta”. Buen tipo el ex- flaco este.
Lau y además medio rubia! la tienes casi hecha. Te falta un antepasado alemán y ya.
Claro es normal después de un accidente quedar saltona, pero el miedo no puede dominarnos la vida… igual cada unA debe saber que quiere y si es tan importante como para hacer el esfuerzo. Yo siempre pienso que atreverse en una cosa repercute en la confianza que se tiene en otras… no te puedo decir que sea siempre así… pero ayuda.
Bien por las chicas como tú al volante.
Lunes, abril 14, 2008 a 11:17 am
Pal
Ale, es así, una se desconecta de los sentimientos que te guiarían a protegerte de gente así porque crees que debes seguir lo “racional”, y además SIEMPRE buscar primero en TI el error. Hay que aprender que para aprender debes sentirte bien primero… y a hacer las cosas mal, pero hacerlas… resumiendo: pifias sicológicas de una.
Lo del taller me es más fácil, a pesar de que ningún mecánico del mundo me dirige la palabra si primero no le demuestro que sé de lo que está hablando… por suerte existe internete y allí siempre te puedes informar si quieres. Lo mejor eso si es tener un auto nuevo, como el mío y dejarse de talleres por dos o tres años (plis! plis! que así sea… plis!)
Y eso trato, de practicar y practicar… hasta hoy siento un amago de miedo cuando me subo, pero no me dejo y ya.
Hacete pa’allá que hoy tengo auto!!!!! (clase de música del Adri)
Lunes, abril 14, 2008 a 4:00 pm
fede o
así que sos vos la dueña de casa, acá!
gracias por la invitación, un gusto haber venido, muy rico todo. y también lleno de conocidos! saludos para todos ellos, también.
lindo lugar el de la foto… medieval, parece. andás por uropa?
besso
Lunes, abril 14, 2008 a 5:56 pm
El Tisca
Por acá nadie tiene miedo a manejar, es más con los vehiculos de contrabando todo mundo tiene un vehiculo aunque no sepa manejar.
Esas personas en la ciudad son un riesgo, a veces si participan en un accidente te dejan el carro para que te cobres. Pero esas mismas personas en carretera son un peligro y los accidentes son mortales.
Mi mujer no conduce, es un piloto y ya muy demostrada su pericia. Hace muchos años en una situación desagradable intenté eludirla y perderla, pero fué imposible.
Por un tiempo le compré vehiculos compactos pero despues de ver los vehiculos de los accidentes en esta ciudad (porque la compañia para la que trabajo tiene una división de grúas de arrastre) tomé una desición, por seguridad de ella y mis hijas. Y ahora ella conduce una x-terra que es fuerte y pesada, la unica condición es traerla con un seguro de cobertura amplia.
Lunes, abril 14, 2008 a 9:15 pm
Maestruli
En mi caso, teniendo yo una hermana año y medio más chica, ella sacó el registro de conducir antes que yo! La verdad que me traumaba aprender a manejar, mi viejo no tenía paciencia y me gritaba todo el tiempo que era algo facilísimo, y a mí se me paraba el motor. Finalmente me enseñó mi madre, que manejó muchos años y muy bien. Ella se ponía pálida con mis maniobras bruscas, pero se quedaba callada y tragaba saliva. Así aprendí.
Lunes, abril 14, 2008 a 10:31 pm
Pal
fedeeeee oooooooo! que bueno que cometiste el error de pasar por acá, bienvenido. Si, hace algún tiempo que saqué la silla a la vereda y me dió por conversarle al que pasara por delante.
Y otro si, el lugar de la foto es una ciudad fundada en el siglo 9 creo… voy, miro y corrijo… y si, más que andar, estoy en Uropa, en Alemania al sur para ser más exacta en esta ciudad medieval…
Excurs histórico: Desde el siglo VI o VII que se sabe de gente, Alanos, que fundaron asentamientos por acá, luego en el siglo XI se encuentra el primer testimonio escrito de que existe esta ciudad, y su “documento- certificado” de Ciudad Condal la recibe en el siglo XII… y yo agrego, es una ciudad realmente muy bonita y de las no bombardeadas durante la guerra.
Tisca: qué buena!!! Me hiciste reir un buen rato tratando de imaginarte desesperado arrancando y tu señora, al estilo Corina Schumacher, detrás… para terminar diciéndole: “no es lo que te imaginas…” juajajaja, ya ves, tenías pa’elegir entre las inútiles pero algo le encontrarías a Corina… como diría Duda, Besos y buenas llantas.
Ah! y acá toda señora bien lleva un todoterreno con gps…
Maese… igual que mi hermano mayor… La tipa que al final lo logró conmigo, tenía la misma técnica que tu mamá… una vez me pasé una roja y su único comentario fue: “ups! yo no lo habría hecho así…” Ahí me di cuenta que eramos la una para la otra…
Martes, abril 15, 2008 a 2:16 am
GABU
PALUCHI… Sabes que si lo pienso seriamente creo que me da miedito aprender a manejar después de los 17 puntos que tengo en la cabeza por un error de mi parte OPVIO,cuando me hacía la motoquera loca?! :(
P.D.:Viste que todo tiene un porque en esta life… ¿Ahora te explicás mucho mejor todas las pavadas que escribo,no? jajajajajajajajaja
BESETESSSSSSSS ;)
Martes, abril 15, 2008 a 9:38 am
Pal
Gabu… muy interesante… te subiste a la moto antes que al auto?… 17 puntetes? No pocos.
Como razón se entiende. Pero yo sé que las razones que las mujeres esgrimen son reales… pero mi marido quedó debajo de un camión hace 2 o 3 años… botamos el auto, hospital y operación de por medio, se subió al auto que le prestó el seguro y siguió manejando… mi hermano se dió vuelta de campana- otro conducía- y ahí decidió que mejor aprendía a manejar él.
Es que la Sui tiene razón, algunas somos más miedosAs que otrOs.
ps
igual no es obligación saber o poder conducir.
Martes, abril 15, 2008 a 5:16 pm
Beya
Bueno, lo mío fue un problema monetario. Nunca aprendí de más joven porque nunca tuve suficientes $$ para comprar un autito. Ahora tengo esa posibilidad. Pero es verdad que manejar en Baires es un estresazo terrible.
Igual quiero probar y ver si realmente voy a usar el auto y si vale la pena.
Supongo que no lo tendré más de un año, pero bueno ¡quiero probar!
Bater: Pedile una mano a Mike, que siempre se ofrece de corazón.
Martes, abril 15, 2008 a 6:05 pm
christiano
probando mensajería que falla a veces, alo , probando ,probando
Martes, abril 15, 2008 a 6:44 pm
Laura
Pal, ¿antepasado escandinavo les sirve? ¿Vos sabés que una vez en internet me encontré una cosa que decían era la lista de fenotipos a los que los nazis perdonaban la vida, y, según ellos, soy algo así como “blanca de consolación”, o sea, que no tiene los ojos oscuros pero tampoco azules.? Y mientras no me “cruzara”, así con esa palabra, con otro como yo sino con rubioojiazul, podía seguir viva. Menos mal que los nazis tenían su lado tierno, qué tal gente bondadosa, ¿no?
Todoterrenos, qué autos tan poco femeninos. Yo adoro los automóviles de linda línea.
Martes, abril 15, 2008 a 8:47 pm
Lalodelce
Abran cancha, que estoy al volante! Estuve siempre y aquí me quedaré. Conduzco mi auto desde siempre y para siempre. Manejo automático, manual, de dos, tres, cuatro, etc ruedas. Electrónico, digital, a gas, a diesel, etc.
Cuando no funciona, agarro el celular y llamo a quien puda arreglar, ya sea pinchadura de llanta, cambio de bateria, poner aceite, etc y ordeno lo que tiene que hacerse y punto. Yo ni me despeino. Bueno escribo el cheque, pero esito sería.
Tu sabes que pasar un examen de conducir en la tierra del Tío Sam da miedo a cualquiera. Hombres y mujeres se hacen pis en el calzón del miedito, e intentan una y otra vez, porque de los nervios casi todos fallan al primer intento. Yo pasé a la primera, of course, cómo no, faltaba menos. Y … mi orgullo más grande: también mi hija!
Te felicito Palita, bienvenida al mundo de las personas motorizadas! No hay nada más rico que subirse al volante y dictar la velocidad, el rumbo, la música, la ruta, etc … Ah! me encanta conducir!
Martes, abril 15, 2008 a 8:55 pm
Pal
Beya, vas a ver lo rico que es salir a pasear con tu enanita… se le amplía el radio de acción a una. Y sin auto, igual nunca está de más saber. Yo igual que tu pensé que era un gasto tonto si yo no tendría auto igual todos los días. Pero yo sigo pensando que me equivoqué y que todo es más fácil si eres más joven.
NUNCA ES TARDE, y otra vez: felicitaciones!
Christiano: todo en orden. (fui a los comentarios y te los “aprobé”…)
Lau: no te hagas ilusiones, tenías que poder mostrar tu Ahnenpass = pasaporte de antepasados arios, y demostrar tu “limpieza de sangre” en tres generaciones hacia atrás. Yo te podría mostrar el de la tía- abuela de mi maridito, la única que tuvo la conchudés de guardarlo… solo valía si te mandaban los certificados correspondientes desde los lugares de donde venían dichos antepasados…y hoy es un documento histórico. Piensa que los judios noreuropéos eran rubios y los mataron igual.
Si uno se mete a hablar de razas, siempre topará con una componente ideológica. O sea te seré clara, como te dijo la peluquera alemana: tu no.
(y yo menos, off course)
ps
no sé, a mi me caen mal los autos que consumen mucha bencina, los encuentro pa tontos… entonces la linea no es que no me importe, pero más me importa el consumo… pragmática que es una…
Martes, abril 15, 2008 a 9:04 pm
Pal
qué comentario taaaan lindo Lali!!! siiiiiii, me recordaste una amiga que maneja hace mucho y bastante bien … cuando va al mecánico y este le empieza a preguntar que si le puso esto o lo otro, ella responde: “mire yo tengo un doctorado en Ciencias de Harvard, todo no lo puedo saber! avise cuando esté listo.” Y se va sin ningún complejo de inferioridad.
(yo también pase a la primera… solo que me demoré en darlo… jijijiji)
Martes, abril 15, 2008 a 10:01 pm
Laura
Pal, la peluquera lo que me dijo era que yo (de acuerdo al standard alemán, donde la gente es muy rubia) no era rubia sino castaña.
De pasaportes, pureza de sangre, arios no se qué, la lista de Schindler y de que le mostrara algún documento porque ella no cortaba pelo impuro y mestizo, no habló nada la doña. Por cierto, el documento ese que decís tiene la tía de tu marido, históricamente hablando, es valioso, interesante, más allá de lo horrible que signifique. Hasta podrías pedírselo y ponerlo en tu blog, como asunto de cultura general.
¿hacerme ilusiones? La peluquera era narizona, con poco pelo, ojos caídos, boca de buzón y patas de gallina. Nadie quiere esos genes, te lo aseguro. Mi Javier Fernando será de ojos azules, como su papi, pero colochudito, trigueño y precioso,jajaja.
Por último, lo nazis no me hubieran matado de todas formas. Hubieran sucumbido ante mi dulzura y simpatía, jaja. O les cuento un cuento a lo Sherezade, y sobrevivo un millón y una noches.
Martes, abril 15, 2008 a 10:01 pm
Ashiku
Ayyyy, cuánto quisiera decir y no tengo tiempo… Prometo volverrrrr, una vez más diste en la tecla conmigo…
Martes, abril 15, 2008 a 10:05 pm
AMC
Ay Pal! me has hecho reír de lo lindo con tu experiencia. Coincido con Ale ¿cómo pudiste aguantar a Psicópata sin darle en la cabeza eh?. Yo, a los 19 tuve licencia y la saqué antes de aprender a manejar porque para solicitar el empleo en donde me darían el auto era requisito indispensable. Pasaron unos 3 meses después que me dieron el empleo para que me dieran el auto, y qué bueno!, porque me dio tiempo de hacer una amiga en mi nuevo empleo que me acompañó a sacar de la agencia mi flamante VW nue-ve-ci-to. Ella me dió -ese mismo día- la única clase que tomé para aprender a manejar (pero claro, antes ya me había fijado cómo se hacía). Sabes? de tu experiencia y la mía para aprender a manejar saco en conclusión esto: lo que yo he necesitado siempre es aprender a hacer las cosas como lo establece el orden….. ;-D
Miércoles, abril 16, 2008 a 4:05 am
Guty
En honor a mi amigo Hugo de Mendoza voy a decir que sólo pagan lecciones de manejo las mujeres y los pibes a los que los padres nunca les van a prestar el coche.
Que loco, podrían armar una logia de mujeres al volante entre Beya, Inés y vos, nótese que mi señora esposa está al medio para que uds., que sí tienen licencia para atropellar, la cuiden.
Miércoles, abril 16, 2008 a 8:54 am
Pal
Laura: juajajajajaja bien dicho… y estoy segura que tu Javierito Fernando será un chico exquisito aún con los ojos castaños y el pelo negro y liso. Además el que tiene charme no hay Hooollliiiiwooood que lo detenga.
(Supongo que en los museos por acá, existen muchos de estos Ahnenpässe… además los genes de la Tante Frid. no se los llevó nadie, porque no tuvo hijos)
Ashi aquí te espero… y con curiosidad, además…
Adri, es así a los 19, las ganas de “hacer” son más grandes que nada… te dieron auto? ooooh!… aquí una mexicana contó esto de sacar licencia antes de aprender a manejar y todos nos quedamos perplejos, pero los alemanes todavía están pidiendo explicaciones, no entendieron! juas! … bueno, yo tampoco mucho…
(Oye, ya te contaron ese chiste viejo del DF, sobre la rotonda “Rompope”? juajajajaja esa que hay que tener muchos huevos pa’entrar, y mucha leche pa’salir! juajajajaja)
Guty! veeees, es que una amiga no quería tomar el auto de su tía porque decía que era principiante, no se lo quería chafar, y la tía le dijo:
“mijita, somos mujeres, si ellos dicen que no sabemos manejar ud. dígale que por eso mismo la culpa la tuvo él!!!! no vió que venßia una dama al volante? tome las llaves y déjese de leseras!”
Lo de la licencia “para atropellar” me lo quedo, me encantó, juajajajaja se lo contaré a mi marido y lo usaré con todo aquel que esté con licencia nueva. Inés la hizo hace poco? felicitaciones!
ps: Los seguros alemanes dicen que tienen más accidentes al volante los hombres que las mujeres, y el reclamo es que por eso las mujeres deberíamos pagar una prima reducida. Cierto?
Ya ves, poder estacionarse en linea, no asegura el no tener accidentes… jijiji
Miércoles, abril 16, 2008 a 4:06 pm
Guty
Inés no tiene licencia, salvo mi permiso para usar el coche :) Aunque maneja bien, todavía no se decidió a sacar su carnet de conducir, más por floja que otra cosa.
Miércoles, abril 16, 2008 a 4:23 pm
Pal
daleeee que la saque!!! que sinó después entra al club de las miedosas…
Jueves, abril 17, 2008 a 6:37 pm
M!~
A mi no me prestan coche porque soy mala conduciendo hasta la bicicleta.
:)
Saludos Pal
Viernes, abril 18, 2008 a 10:54 am
Pal
No importa, con el tiempo mejoras… lo importante es no tener miedo, eso solo empeora el estilo. Además tu no eres mayor de edad chiquita, así es que te toca esperar!
Viernes, abril 18, 2008 a 7:11 pm
Laura
“…los genes de la tante Frida no se los llevó nadie…”
Eso suena como cuando las rifas o la lotería quedan desiertas porque el número no se vendió, jajaja.
Viernes, abril 18, 2008 a 7:16 pm
Pal
Eso son los genes heredados, una lotería… a veces hasta los heredas pero no se manifiestan… para bien y/o para mal.
Martes, abril 22, 2008 a 5:00 pm
Jota
Que oportuno leer este post justo hoy, que ayer lamentaba a grito pelado no saber llevar el auto que queda estacionado en la casa toooda la mañana y con mi hija sin salir. Ayer pedía por “Nino” un clásico riojano que enseña a manejar y el destinatario del odio de padres, novios y maridos (-Qué vas a pagar siyo puedo gritarte gratis!!). Pero puede ser el miedo propio y ajeno a a independencia: mi papá me decía “si así nomás andás todo el dia en la calle, si te doy el auto no te veo más…” y ahora las excusas son: “la caja de cambios de ese auto es dura… no vas a poder…” Gracias. Estoy mirando tentada las llaves
Miércoles, abril 23, 2008 a 2:50 pm
nictekono
Creo que tendre que decidirme antes que me alcancen los 40… afortunadamente todavia tengo algo de tiempo para pensarmelo.
Viernes, abril 25, 2008 a 9:28 am
Pal
JOTA: qué buen comentario…. me reí un montón. Qué alma caritativa ese “Nino”… con el odio que debe acumular a sus espaldas! … y lo de que les salga gratis el gritonéo no es cierto, deberían pensar en lo caro que les saldrá la pensión en caso de divorcio. Este tema es un pozo sin fondo de reproches, además.
A tu papá premio por sincero y porque es tu papá, a tu marido que la caja de cambios no es problema… después de un tiempo manejas cualquier cosa… además recuérdale que eres mujer, y si has podido cargar niños y compras al mismo tiempo, tienes unos brazos de hierro… en fin, no te dejes que después es más difícil!!!!! Además somos nosotras las que podemos hacer dos o tres cosas al mismo tiempo.
( y por último: para partir solo se necesita el primer cambio… juajajajaja… y el consumo de bencina lo paga él… esto último: silencio)
Un beso y corriendo donde el NINO ese!!!!
Nicte: no esperes, cuanto antes mejor… y allá, como acá, seguro hay escuelas de manejo donde puedes dar el teórico en inglés o castellano. Y en el práctico es mejor no entender nada…
Viernes, octubre 31, 2008 a 10:46 am
Martín
tu servidor tiene un doctorado y me lo dieron por saber cómo combinar algoritmos genéticos, análisis por elementos finitos, dinámica automotriz y álgebra. De ser inteligente, tener determinación, decencia, madurez y cosas por el estilo nunca me pidieron certificado… ¡por suerte! ;-)
Ya sabrás que en este país tener un doctorado te significa que te traten de usted por más tiempo. En mi experiencia, es otro papel que uno acumula si quiere, y no lo hace a uno mejor persona, ni más valioso para la sociedad, ni mucho menos más merecedor de respeto que un maestro, enfermero o policía. O para el caso, una madre, ¿no? La mía por ejemplo, hace rato que le debo la indemnización…
Jueves, enero 13, 2011 a 11:33 am
Pal
Uy! no me di cuenta que estaba este comentario, salvo hoy que miré para poner este post a una amiga.
Yo siempre contesto, aunque en este caso no llegue la respuesta porque el camino de ida y vuelta tiene barricada… jejejeje
Mira: es lo ideal, que toodooos los certificados sean papeles y que las capacidades se conserven. El problemita de todas las señoras que nombro y de todas las que aquí reconocen que no pueden o no saben es la capacidad, sacar el papelito simplemente es el primer paso, y ese, ya se sabe es el más difícil, pero como cuento, hay muchas que después no manejan más y se “discapacitan”.
Me encantaría saber que pasó con las chicas que dejaron recado en este post.
Por ejemplo sé que Gin sacó licencia y maneja por todas partes.
Viernes, octubre 31, 2008 a 10:47 am
Martín
me olvidaba: en mi caso tuve que revalidar mi registro de conducir argentino. Si bien no me lo exigían, tomé unas horas en la escuela de manejo y la experiencia fue la misma que la tuya. De enseñar a conducir, nada. De cobrar, sí señor, gerne.
Jueves, enero 13, 2011 a 1:14 pm
Pal
EL QUE VIENE DE FB PLIIIS! SUBA CON EL CURSOR. EL TEXTO ESTÁ ARRIBAAAA!!!
Martes, septiembre 27, 2011 a 6:01 pm
Guada
Palita!!!! M´encantó ;)
Gracias por hacérmelo leer. Me identifiqué con todas.
A la vuelta te cuento que onda el instructor :)
Besos
Martes, septiembre 27, 2011 a 6:36 pm
Pal
Si, tienes que contar. Este post por sus comentarios es uno de mis preferidos. Me impresiona y me alegra todas las que pasaron a comentar, pero tb cuantas lograron finalmente aprender. Bien ahí!