Centrémonos.
Estamos hablando de una familia en la que un chico de 16 años sale de mochilero, en su viaje de estudios, para Bariloche – al otro lado de la cordillera- y lo primero que se sabe de la perla del pacífico, es que está en la frontera con Brasil y unos señores malos y argentinos no lo dejan pasar pa’l otro lado porque no tiene la autorización notarial de su papá. Como es menor de edad- pelota él- llama, con un mes de atraso, para pedirla. No se la dan. Es que mi papá no era menor de edad.
Hablamos de una familia donde otro- mi primo- no llama durante meses porque en su viaje de estudios se fue a Israel y habiéndose quedado más de lo planeado- un año- estaba haciendo de buzo táctico sacando minas del fondo del mar. Claro, es que a ninguna madre le gusta escuchar estas cosas, se decía a si mismo. Tan buen hijo él.
Aunque a decir verdad, mi tía, que despertó llorando por las noches, que fue a la embajada y finalmente terminó mandando a su hija exiliada en Suecia a buscar a mesié a Israel, habría preferido un llamado con casi, casi cualquier noticia.
¿Qué le costaba llamar o escribir y mentirle a la vieja? ¡¿Cuándo ha costado contarle una historia a la vieja para hacer con libertad lo que una quiera?!
A estas, las dos historias que recuerdo agréguenle las normales, las que todo el mundo vive con sus hijas y sus hijos.
Yo creo que la crueldad con la mamá es principalmente masculina. Creo. Por lo menos así parece ser en mi familia. Debe estar unida al cromosoma Y.
Las mujeres no pasamos de la típica: “¡Mami, me quedo en casa de Patty hoy! Nos vemos mañana.” Y en algún momento de la noche la vieja llama a la Patty, que por esas cosas del destino contesta ella y no su mamá, y como ya le habíamos avisado y después de recitarle a nuestra vieja que estamos en el wc pero que en cuanto salgamos la llamamos, más rápida que el rayo, nos avisa allí donde sea que en buena compañía nos encontremos y no queda más que volver al redil. O Mami o Patty. En fin.
Les digo, en el caso de las mujeres, nada que dañe verdaderamente el corazón de una buena madre.
Por eso ayer cuando esperaba con el almuerzo a mi niñito que venía del colegio y no llegó con el bus, preferí pensar que era yo la que nunca me aprendo sus horarios y que llegaría 15 minutos más tarde con el siguiente bus. Salí al balcón para ver pasar el bus y ver por la ventana del mismo si el iba dentro. No, no iba.
Como soy medio volada, traté de concentrarme antes de que me diera el ataque y en esa fue que me acordé que me había advertido que se quedaría a una actividad extra- programática. Respiré profundo y me comí su almuerzo.
Una hora más tarde me llama- ¡ POR PRIMERA VEZ!!!!- desde su celular y me advierte que ya viene en camino. Yo le respondí: Pero si yo sabía que venías tarde hoy. Yo feliz de puntuar de madre ubicada. Él me respondió que si, que me lo había dicho, pero llamaba porque no me había dicho a que hora volvería. Tanta delicadeza me dejo frita.
Todavía estoy sonriendo y rezando para que los genes de los desgraciados de mi familia no se manifiesten. Mejor disfruto ahora porque en el fondo yo sé que no son recesivos.
25 comentarios
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Viernes, octubre 17, 2008 a 1:45 pm
Laviga
Pero Pal! Si esos genes no son recesivos, no se los pasaste!
(o te quedó algo por contar del episodio en lo de Patti?)
Viernes, octubre 17, 2008 a 2:00 pm
Guty
Yo también fui siempre muy considerado con mi mamá, y ella conmigo, es que nos criamos juntos y somos casi como hermanos.
Eso sí, los enanos míos pintan para atorrantes que le van a dar más de un disgusto a Inés.
Yo también quiero más detalles de lo de Patty.
Viernes, octubre 17, 2008 a 3:07 pm
Carito
Las madres siempre van a estar preocupadas por sus hijos. Sin ir mas lejos, el otro día llegó mi mamá de trabajar y encontró los apuntes de la facultad en la mesa, mi celular y mi ausencia junto a la del perro, que por supuesto saqué a pasear. En cuanto entré lo primero me que me dijo fue “Me había asustado, vi todo desordenado, no estabas y el perro tampoco, pensé que TE había pasado algo”. Sutilmente le expliqué que el perro necesita ver un arbolito para eliminar las toxinas perrunas y otras cosas que no vienen al caso.
Viernes, octubre 17, 2008 a 3:28 pm
GABU
Pufffffffff… PALITA,yo no puedo acotar AGAIN nothing positivo… :(
Tengo una madre con complejo de ELECTRA terrible de la cual decidì “divorciarme” hace poco màs de dos años…
Un padre que quiere jugar a la FAMILIA INGALLS,al cual a fuerza de rejunte vìsceral mandè al reverendìsimo demonio harta ya de que me llamase como si nunca estuviese al tanto de nada…
P.D.:Sòlo puedo concluir con la trillada frase de que en todos lados se cuecen habas y cada familia en un universo constituìdo por pequeños mundos que muchas de las veces van en paralelo pero raramente complementàndose…
Lo mìo,un desastre como veràs!!!
Sunalucha…
Igual,tu paciencia te resultò alentadora,no? ;)
BESITOS MUCHIOS
Viernes, octubre 17, 2008 a 3:43 pm
Maestruli
¡Ay! Yo era de los boludos que siempre llamaba a mi mamá. Y me sentía aún más boludo, con veinti-largos años, en épocas sin celular, teniendo que encontrar un teléfono público, con la mirada socarrona de mis compañeros de facultad, diciendo “hola mamá, esta noche no voy a cenar”.
Porque la obsesión de mi madre era si me preparaba o no me preparaba de comer. Como si de eso dependiera mi supervivencia.
Viernes, octubre 17, 2008 a 4:51 pm
Mask
Las madres aunque esten avisadas de donde estan sus hijos no dejan de preocuparse, ese es su trabajo, el del padre, sacar el coche a la 1 am y recorrer el barrio en busca del fugitivo, traerlo a casa sin hablarle en el camino para que sienta el rigor, y finalmente ver como una madre preocupada y furiosa lo llena de besos al verlo sano y salvo mientras le dice que se vaya a descansar, el padre mete el carro de nuevo, tarda en volver a dormirse pero lo logra despues de ver el semblante tranquilo de su mujer, eso es lo que me platicaba mi madre al día siguiente mientras me servía hot cakes, mi padre tardaba más días en volverme a hablar
Viernes, octubre 17, 2008 a 6:52 pm
Laura
Yo no soy cruel con mi madre, pero la educo. ¡A la pobre le falta taaanto por aprender!! Tiene tan poco fogueo de vida!!
Hum…tu historia me recordó a la primera y única vez que me embriagué en la vida, a los 14 años. Pero mejor lo dejo de material para un post….
Viernes, octubre 17, 2008 a 7:11 pm
Pablo
Ay madres, pa´qué te voy a contar.
Viernes, octubre 17, 2008 a 7:13 pm
Pal
Laviga, tienes razón! yo solo puedo pasar mi X! o sea que la familia que tengo que investigar es la de mi marido… y en esa nadie sale de casa de mami antes de los 30, cuando lo echan. Eso si, mi marido arrancó a los 18… horrorrr! dejemos lo de la genética, no me conviene.
Gutys, que edad tenía tu madre cuando llegaste a este pxxx mundo? Pero es cierto, uno crece con los hijos… a veces se rejuvenece también y otras crece tan de golpe que de un día para otro queda blanco de canas.
Cari, es cierto, no sé cómo se nos agudiza la imaginación y se nos reduce la lógica con esto de la maternidad. Todo es señal de que algo no es normal y puede ser que algo no ande bien. Qué ridículo. Mi hermano- tan delicado él- le decía en casos como ese a mi mamá: no me tiríh mala onda vieja oh!!! piensa positivo y sino, no piense!!!
Ay! Gabu… donde pusiste madre pon padre y donde pusiste padre madre, y ya tienes la familia de mi amado esposo. Él que se divorció de su padre y soportó a su madre, la que también se divorció del padre, en su caso ahora ex-esposo y así las cosas ella es otra, OTRA, ahora vive, antes vegetaba y gracias. Y desde entonces mi marido tiene madre, mi hijo abuela y yo una amiga- suegra. Lástima que fueron 40 años dopada y semi-inconciente. Mi famila es loca e insensible, pero de alguna manera responsable unos con otros… de alguna manera que algún día entenderé. O no. Yo me alejo y desde la distancia hasta parecen normales.
Viernes, octubre 17, 2008 a 7:30 pm
Pal
Juajajajaaaa… pobre de ti! Y sin embargo, cuando lo pienso, que rico que el hijo te llame y tu puedas dormir tranquila. Y lo de la comida era solo un pretexto maese, pero eso ya lo sabías. (Yo con lo de la comida soy terrible…. debe ser que el flaco es un fideo y me da susto que no tenga grasa con que aguantar una enfermedad, ojalá se me pase con los años. )
MASKI!!! juajajajaaaaaaaaaaaaa exacto, calcado, patente tu ejemplo. Repartición de roles, que le llaman. Qué bien contado! Asi es. Nada que agregarte.
Lau es que yo también decía lo mismo: ya aprenderá. Cuando me decían que ella ya no cambiaría porque era mayor, yo les gritaba que todos cambiamos, mientras no estemos muertos. Mi madre con lo que sufrió fue con mis confrontaciones con lo que yo consideraba era la realidad. Y sin embargo, no me arrepiento, yo casi, casi ni tuve que contar historias estilo Patty.
Pablo, no te prives, tú cuenta que pa eso estamos acá, pa escucharte.
Viernes, octubre 17, 2008 a 7:46 pm
Ajenjo
Esperá que se ponga de novio. Nomás eso.
Yo siempre fuí un niño correcto. No tanto un adolescente correcto. Me he ido de vacaciones y avisé, dos días después, ya a 400 km de distancia, que iba a estar ausente un par de semanas. Apenas tenía 16.
Mi mamá todavía me prepara la chocolatada.
beso
A
Viernes, octubre 17, 2008 a 7:50 pm
Pal
diooooooooos midooooooooo…
en fin… avisaste que ya es algo.
Viernes, octubre 17, 2008 a 8:35 pm
Ashiku
QUé lindo lo de Adrián, qué dulce el enano. Hay varones así, mi hermano por ejemplo siempre avisó puntillosamente todos sus movimientos y horarios para orgullo de la vieja.
Yo nunca, no por esconder trampas sino por andariega… Con decirte que en plena fiesta de casamiento, mi mamá le dijo a mi maridito recién anillado: “Te deseo suerte. Nunca vas a saber por dónde anda ni a qué hora llega”.-
Sábado, octubre 18, 2008 a 3:33 pm
Pal
juas! qué mamá la tuya Ashi!
A mi era mi papá el que me advertía que no era capaz de autorizar un matrimonio, sin pasarle a la correspondiente víctima, un cuaderno con todos mis malas costumbres.
Que padres!
Domingo, octubre 19, 2008 a 1:40 pm
Ale
Uno de mis hermanos salio un día, con el plan de tener una larga conversación con un gran escritor Americano (la tuvo)…nos enteramos que cruzo los Andes a dedo, cuando nos escribio, para contarnos de su travesía…cuando ya se aburrio, llamo a nuestra mamá, para poder volar al redil.
Yo si no avisaba, perdía como en la guerra, me gane la confianza a punta de llamadas, indicando mis cordenadas cuando no estaba en el redil..cuando cumplí mi maroria de edad y me crecieron las alas, ya no llamaba por obligación, sino más bien por costumbre.
Uno aprende Pal, las buenas costumbres siempre quedan…así que tú tranquila.
Un beso
Domingo, octubre 19, 2008 a 4:32 pm
Guty
Cuando yo nací, mi mamá tenía 18 años. Más de una vez pensaron que éramos hermanos.
Feliz día de la madre!!
Lunes, octubre 20, 2008 a 11:32 am
Brontë
En mi familia es muy similar. Los hombres pasan, las mujeres (o sea, yo) llaman. No sabes lo que es cargan en una sola espalda la responsabilidad de cuatro en lo que a mantener informada a mi madre se refiere.
Aun me está pasando factura.
Miércoles, octubre 22, 2008 a 1:22 pm
Pal
Ale, esperemos… y mi hermano contó algo parecido y se fue dos años depués de este cuento. Volvió más o menos 10 años más tarde.
Las malas costumbres también se pegan.
GUTYYYYYYYY??? el 19 de octubre??? en fin.
18 años… la madre de mi marido tenía 19 cuando el nació. Qué locas. Que bueno que todo saliera más o menos bien, porque a parte de verte algo mayor, tú eres de lo más normal, no?
Si lo sé Brotosauria, yo soy el mismo caso… y piensa que tengo 20 años menos que el mayorcito.
Jueves, octubre 23, 2008 a 1:05 pm
Nicte Kono
Yo decía regreso a tal hora… voy con fulano. Y se acababa el asunto, al principio me esperaban, pero después cuando regresaba estaban durmiendo… me parece que ellos si aprendieron la lección. Y por supuesto, no lleve un celular conmigo hasta que mi esposo me “regalo” uno.
Miércoles, octubre 29, 2008 a 8:53 am
Martín
hola Pal,
tanto tiempo sin palabrear por acá… Entschuldigung!
Me sentí idendificado con lo que decís: cuando pasan más de 3 días sin llamar a mi mamá (en Argentina, 12000 km, recordemos) le agarra insomnio como mínimo, eventualmente diarrea. 2 meses más tarde, cuando tampoco llamé a mi papá, él me manda un mensaje “mono-linear” diciendo: “querida bestia, si no tengo noticias tuyas es que no ha pasado nada que amerite. Besos, papi”. Pragmático, ¿no?
Ah, feliz día con atraso =)
Viernes, octubre 31, 2008 a 9:40 am
Pal
Entschuldigueado.
Que bueno que le des pelota a la preocupación de la vieja… ahora, que eso no te impida vivir. Esto es ley de vida…
Lunes, noviembre 3, 2008 a 6:09 am
El Checo
Hostias.
Me acabo de sentir MUY culpable… llevo la vida sin llamar a mi madre, y estoy fuera del país.
Y es curioso, porque justo antes de leer esto, estaba pensando “Joder, ya me vale: debería darle un toque, aunque sólo sea para decir `Hola mamá, te echo de menos´”.
Un saco de mierda, es lo que soy. Hay que joderse.
(Tu hijo mola, eso sí).
Lunes, noviembre 3, 2008 a 10:46 am
Pal
vaya vaya vaya… van cayendo de a uno estos con mala conciencia… aquí ni se detenga elcheco, circule, circule! vaya derechito a llamar a la mami y le cuenta que está bien.
No le agregue que lee con regularidad a un tal Bart, que eso asusta.
ps: y bienvenido.
Martes, noviembre 4, 2008 a 6:44 am
El Checo
Hoy mismo lo hice.
Y qué ilusión nos ha hecho a los dos. Media hora hablando, y facturón de teléfono, pero… joder, cómo la echaba de menos.
(Y lo hago ahora, que estoy a punto de volverme, después de un año y pico fuera… cuída bien al tuyo, que ya ves que los hijos inteligentes escasean).
P.S. Gracias. De aquí ya no me echa usted ni con agua caliente.
Martes, noviembre 4, 2008 a 9:29 am
Pal
Si, ud me hace caso, se nota que es inteligente. Lo voy a poner de ejemplo a mi marido. Bien hecho!
ps: ud cree que están los tiempos para espantar los lectores que me van a quedar después de esta fase de poco escribir en el blojs? Aquí agua caliente solo pa’l té.