No es que a mi me guste contar mis cosas o las enfermedades de nadie, pero es que me la encontré allí a la vera de la tumba esa y fue ella la que me saludó.
Le pregunté si era la tumba de algún pariente, ella dijo que no y después me preguntó porque no estaba en el colegio.
No voy al colegio, le dije.
No creo que los del Schulamt te lo permitan.
No sé que es ese asunto.
Es la oficina dedicada a las cosas del colegio. Y el colegio es obligatorio.
Esta vieja es más metida que supositorio’e guagua. Díjeme. Y supe altiro que se lo comentaría a mis papás. Bueno a mi papá, mi mamá no escucha nada, no tiene tiempo de escuchar nada, no quiere tampoco. A no ser que sea la cura milagrosa de la leucemia, no le interesa nada.
Te haría bien ir al colegio.
¡Que me va a hacer bien si no entiendo nada de lo que dicen!
Aprendes, algo te queda, lo que sea.
Me miró con cara de nada. Eso es lo que mata con la vieja esta, su cara de nada en esos casos, como si todas las decisiones en esta vida- la mía- fueran mías, como si fuera yo el que quisiera estar acá en este país y en esta ciudad.
¿Cómo está tu hermano?
Como siempre.
¿Y tu mamá?
No sé, no la veo hace dos días.
O sea tu hermano está mal. ¿Querrá que vaya a traducirle?
No, yo creo que ella no quiere hablar con nadie. Además, hasta la señora que limpia habla inglés.
¿Por qué me pongo a hablar con la vieja esta y le cuento nada?
Mira la tumba y me dice:
La primera esposa, murió durante la guerra, seguramente de parto, ves, acá está el niño.
¡Esta vieja si que es copuchenta! Se pasó.
¿Y usted de donde sabe?
Cosa de mirar las fechas y los nombres, acá las mujeres pierden su nombre de familia y toman el del hombre cuando se casan. Bueno, era así, antes. El “Mädchenname”, nombre de “chiquilla”, de señorita. ¿Ves? Y esta otra es la segunda esposa.
Y eso que el era médico de la clínica universitaria de la ciudad. Hay cosas que no se pueden evitar.
Y sin transición, me dice:
Raulito, no te dejes caer. Anda a clases y ven a almorzar a la casa, te espero el domingo.
Vieja metida, pienso. Igual a lo mejor voy. Los domingos duran mucho más que los días del resto de la semana.
Raulito, dile a tu mami que me llame si quiere.
Mi mamá no quiere nada, lo único que quiere es estar ahí más muerta que mi hermano en su cama.
Se calla y tiene otra vez cara de nada. Mejor, si llegara a poner cara de pena la mato y rabias no acepto.
Raulito, anda tu solito al colegio. No dejes que sea todo más triste de lo que es.
No se puede más triste.
Si, Raulito, se puede.
¿A quién le importa?
A mi.
¡Se volvió loca la vieja! Y a mi que me importa si apenas nos conocemos.
Se acerca y me toca la cara, ahí me doy cuenta que tengo los ojos mojados. Y pienso en mi papá que me recordaría que no haga sufrir a la mamá con llantos. Yo puedo igual que la vieja esta, poner cara de nada, solo los ojos me lloran haciendo caso omiso de mi cara de nada. Cosa de relajar la musculatura.
La vieja me dice entonces que me va a acompañar al colegio y que me va a inscribir, que venga con mi pasaporte el domingo y lo conversamos. Ella llama a la oficina esa y que de ahí vemos que falta.
Yo sigo llorando, porque eso debe ser esto que me empapa la cara.
Pucha la vieja metida.
Y la segunda mujer vivió 40 años más, le digo.
Si, dijo la vieja, es cierto.
La miro y la vieja sonríe contenta con mi descubrimiento.
¿Habrá sido feliz? Pregunta.
Si, le digo yo, si fue muy feliz y crió a todos los hijos que el tipo tuvo con la primera señora. Y como eran chicos no fueron a la guerra. Listo.
La vieja se ríe, se ríe.
Mira la tontera que tenía que contarle para que se riera.
El domingo me cuentas más, me dice, ahora me tengo que ir a la casa. ¿Vienes?
No. Si ya voy a verla el domingo, ahora también sería como mucho. (Para mi)
Cierto me dice, y hasta el domingo. Me dice.
Hasta el domingo. Ahí le cuento más.
*v.d.m. ponen los médicos en las fichas de las enfermas, que lo único que tienen es la neurosis que les deja la vida, la neura de la v ieja d e m ierda. Ellas quieren atención, el médico les da una aspirina y pone diagnóstico vdm
16 comentarios
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Miércoles, noviembre 4, 2009 a 9:53 pm
GABU
Denserio ponen eso los mèdicos PALITA????
A medida que leìa comprendì un poco mejor a la señora y su necesidad de atenciòn…
P.D.:Yo dejè de tener palabras menospreciantes con los ancianos el dìa que mi madre tajante me dijo: algùn dìa vos tambièn vas a llegar a vieja y rogà que no tengas que depender de nadie para que te limpien el culo!!!
No si yo digo que para patada justa y en el blanco no hay como mi madre,eh?! :S
BESUPS
Miércoles, noviembre 4, 2009 a 10:01 pm
Pal
Si, en serio.
Lo vi con amigos- médicos- que atendían en un consultorio de campaña en un pueblito perdido del norte de Chile. Yo y otra chica ofrecíamos entretención para los niños, era verano y no había colegio. Cada cual ofrecía lo que podía y susurraba “abajo! el que tu sabes” Era esa época.
Pasaban las viejas con sus dolores de cabeza y sus quejas, ellos escuchaban y ponían vdm y les daban a lo más una aspirina. Pregunté y me contestaron. Y aprendí una cosa más en esta vida de mujer que tengo.
Esas vdm vivían en dictadura en un pueblo minero, con hijos con retraso mental y la eterna pobreza. Cierto que eran vdm, porque se quejaban todo el día de la cabeza y no de los hijos, del estómago y no de la dictadura, de las piernas y no de vivir en una choza, de sus vahídos y no de no tener educación pa’ por lo menos tener un problema de depresión y que les dieran un valium y hacerse adictas, no, ellas eran vdm nomás.
En este caso el chico piensa eso de ella, pero el necesitado es él. La vieja tiene tiempo nomás.
Jueves, noviembre 5, 2009 a 11:31 am
Luisa
Madre mía, de lo que se entera uno, el relato me dejó un poco rara, creo que es la sensación de pobreza,de abandono o no sé (mirar tumbas en los cementerios y rearmar la historia)(yo lo hacía) no sé que me conmovió más, si el niño o la vieja.
Y sobre el vdm, supongo que son “anotaciones necesarias” para “ubicar” el caso (que hay mil adjetivos o formas para hacerlo y no tan denigrantes ni mucho menos).Lo mismo hacen los meseros (tenemos varios amigos que lo son) y un día nos estuvimos riendo al descubrir que muchos son los que ponen anotaciones en las comandas para saber de quien es la nota (sobre todo en las barras), claro, uno se ríe siempre y cuando no seamos nostros los objetivos a definir y allí estaban: La tetona, el caraculo, buenorra de la esq derch, el malafollá y así hasta que se agotaran las definiciones.
Pa todo hay en esta vida.
Jueves, noviembre 5, 2009 a 11:39 am
Pal
No, pobre de pobreza material no es este cementerio. Es muy, muy antiguo, lleno de gentes que fueron profesores universitarios y de alcurnia. Poetas y así. También hay un patio con los que murieron en la primera guerra, todos jovenes. Todo mezclado eso si, como buen cementerio. Pero con reglas hasta para que tipo de flores puedes poner, esto es Alemania y si la tumba la quieres con foto, no te van a dejar. Es entretenido y para atravesar la ciudad hacia las clínicas de la universidad acortas por el cementerio, y lees vidas.
Juas! Es que la gente que tiene que atender público tarde o temprano pierde las inhibiciones. Yo creo que el que aguanta el juicio constante de los demás, tiene derecho a llevarlo con humor. Mientras no lo publiquen. Y para el diagnóstico estos niñitos pueden ocupar otros términos, pero les gusta ese poh!
(estresada? señora neurótica? aplastada por la existencia? pesadita?…etc?)
Y no te hagas ilusiones, a los ojos de los que tienen 15, somos unas viejas teclas a partir de los 30.
Jueves, noviembre 5, 2009 a 3:12 pm
Julieta
Raro el relato pero esclarecedor ,cuántos años tendría la vdm. ?.Recuerdo a una profesora de literatura que a nosotras ,con 16 años nos parecía una vdm…Con los años ,en una de esas reuniones de egresadas ,la encontramos y eramos casi iguales .Haciendo los cálculos nos dimos cuenta que cuando para nosotras era un vejestorio ,tendría no más de 30…es así …Besos
Jueves, noviembre 5, 2009 a 5:06 pm
Pal
si, me salen raros los relatos… pero es porque no quiero explicar, bueno, dentro del relato, no quiero.
Yo nunca escribo cosas que no son ciertas, nunca las cosas me salen de la nada. No soy muy imaginativa nomás.
Esta ciudad es famosa por su clínica de tratamiento de la leucemia y he visto pasar mucha gente con sus niños enfermos. Y morírseles.
La vieja, no sé que edad tiene. Talvez 65? no es decrépita de ninguna manera, pero ha vivido toda su vida acá, aunque sea de allá, y ya es mucho tiempo. La vdm nunca está sola porque no es de soledades, y a ella no le importa saber que para el chico es un fósil, para ella es lo natural, no le impide entrar en contacto con él. Ella ha visto a muchos sufrir y se mete porque no puede evitarlo. Me cae bien la vieja esta.
Un día debería darles un paseo por mi ciudad… las cosas nunca me pasan en Santiago, siempre las sueño acá… qué cosa rara.
Jueves, noviembre 5, 2009 a 8:47 pm
Pablo
Linda historia ¿qué sería de nosotros si alguna vez alguien no se metiera en nuestras vidas?
Acá se usa el eufemismo S/P (= sin patología) mucho mejor que su alternativa “Síndrome de Unca” (rajo a la vela).
Viernes, noviembre 6, 2009 a 8:58 am
Pal
Si, es lo raro, que meterse no siempre es malo.
S.d.U. ? Voy a consultar mi diccionario argentino/chileno y te digo si te voy a buscar a domicilio.
A veces la vida que nos toca no la vemos por tanta vida ajena que tenemos que sostener y si nadie nos da un toquecito en el hombro la cosa termina mal. Las viejas están pa’eso.
Por ahí leí que la abuela era fundamental en las culturas antiguas para la sobrevivencia de los niños. Lástima que cada vez quieran menos de ellas serlo, algunas lo hacian harto bien.
Viernes, noviembre 6, 2009 a 4:58 pm
Nicte Kono
Siempre hay quien quiere meterse en nuestras vidas y no les queremos dejar entrar, muchos años después nos enteramos que no hubiese sido tan malo si no hubiesemos sido tan soverbios… en fin.
Sábado, noviembre 7, 2009 a 12:07 am
Pal
cierto… que cosas dices Nicte… la mayoría de nosotros nunca aceptaría que dejar a alguien que se meta en nuestras vidas puede ser positivo.
Como ves, el chico si va el domingo.
Viernes, noviembre 6, 2009 a 8:25 pm
Linda
Que triste lo que le dices a Luisa, que no puedas llevar las flores que quieras, que no pudes poner fotos, pobres muertos que tiene que seguir reglas hasta en el cementerio.
En México es diferente, es una tradición muy alegre visitar las tumbas el dia de muertos, flores de todas, musica, familias lavando tumbas.Es un dia de sentimientos encontrados, tristeza por la pérdida, felicidad por los momentos felices que dejaron, y mucha nostalgia.
De tu relato percibí que el niño tenia su cementerio en su casa, por la enfermedad de su madre,y la soledad en su vida, lejos de su tierra, de su idioma, de su escuela…
Sábado, noviembre 7, 2009 a 12:19 am
Pal
Qué cosa Linda,yo en mi chilenidad no había pensado que fuera triste lo del reglamento. Hasta me alegraba que no hubiera esas cosas cursis que ponen a veces en las tumbas chilenas. Claro, no tenemos esa fiesta de los muertos tan linda como la mexicana.
Una vez conté en este blos, lo triste que fue para mi ver como dos tradiciones- la alemana y la colombiana- chocaban al enterrar sus muertos. Después busco el link y te lo pongo, pero los alemanes piensan sobre nuestra costumbre de enterrar nuestros muertos en 24 horas que es trataralos como basura. Acá se piensa que se debe esperar a que todos los parientes y amigos lleguen a la ceremonia, es impensable que no se le respete la dignidad del muerto. Los cementerios son históricos porque a veces tienen más de algunos cientos de años y la manera de enterrarlos- la costumbre, la estética- no se permite cambiarla.
Los cementerios en Alemania son visitados cada fin de semana y es un deshonor para la familia si la tumba está “descuidada”, tienen un culto a los muertos tal que supongo les habrá dejado las guerras, que a mi como chilena- yo no he visitado nunca en un cementerio a mis muertos, porque para mi no están allí, están conmigo en mi corazón, y además, las cenizas de mi madre están en el comedor de la casa de mi hermana, no en un cementerio- y los alemanes me parecen terriblemente obsesivo con sus flores, sus lápidas, sus arboledas y los lamparitas rojas con velas adentro. Ninguna vdm dejaría un fin de semana sin ir a cuidar sus tumbas! Hacen turnos para regarlas…
Y claro, en ese marco es que se mueven los reglamentos de un cementerio alemán.
Ahora, entendiéndolo, como ves, yo me alegro que las cenizas de mi mamá estén donde están. Acá sería imposible, porque con los muertos no se juega.
Y otro día te cuento como se crían bebes acá. Esas dos cosas, descubrí, son especialmente “tradiciones” e incomprensibles para culturas distintas entre si.
(No se les da pescado a los niños, se le considera alergeno, y tampoco cocacola, tiene cafeína y les dan pan para que chupetéen… jejeje mejor no sigo, ya te dije, otro día.)
Y si, en este caso, el niño estaba más solo que los muertos. Nadie le había dicho que tenía vida propia.
Sábado, noviembre 7, 2009 a 2:36 am
lalodelce
Yo hago méritos para ser una vdm. Y si la vida me lo permite y tengo tiempo para planearla me haré mi propia fiesta de defunción para despedirme de amigos y parientes con ganas y bailando. Eso sí que me entierren o cremen pero que usen una canasta o una caja de cartón, nada de estar comprando ataúdes huachafos y encima horrorosos para el medio ambiente.
Lunes, noviembre 9, 2009 a 1:11 am
Pal
Juajajaja gracias por esa respuesta. Siiii seámos unas vdm pero de verdad, sin dolor de cabeza,ni de estomago pero dando opiniones hasta de la temperatura, activas, más de lo que los otros desean y menos de lo que nos gustaría… lo del ataúd me trae una anécdota terrrrible.
Mi mamá dejó dicho que no osáramos meterla en una cosa cara, que ella quería lo más barato y que la cremáramos además. Lo del ataúd, cuando llegó el momento…lo del ataúd, diosmío… yo no tenía corazón para meter a mi viejita en ese coso horroroso, habría tomado un crédito para darle la mejor, la más linda, la cajita de madera más fina para llevar su cuerpo caido “como fruta madura” que dice la Violeta, pero mi hermana es ooootra cosa. Una sola mirada me bastó para ubicarme. El más barato como pidió (ordenó) la vieja. La nueva vdm y la vieja.
Yo que me cortaba un brazo para darle a esa mujer lo que quisiera- no me da vergüenza, tengo culto total por la madre, soy chilena poh!- decidí que cuando me meura HAGAN LO QUE PIRULÌN SE LES PARE conmigo. Los que tenen el rollo son los que se quedan, yo ya estaré en otra.
Lunes, noviembre 9, 2009 a 7:50 pm
lalodelce
JAJAJA … es que yo vdm hasta de muerta!!! Es más debiéramos abrir ‘club’. Tu hermana … miembro honorario!! Tu mamita … la dejamos en ‘viejita linda’.
Martes, noviembre 10, 2009 a 9:39 am
Pal
Me apunto, feliz de ser comprendida.
Es que mejor ser la mejor versión de una misma que una mala copia de lo que una cree que debería ser. Por lo menos se pagan los errores que una merece. AY! (que tonteras digo, lo mejor es salir impune)
Un dato de la vdm honoraria: como ya se le fueron los hijos- casi- porque cumplieron más de 40- jejeje- entonces se trajo a mi casa a una tía cercana a cumplir los 100 años. La vdm, reclama como loca- la joven- pero ahí está, vive para pagarle lo que sea a la vdm- la vieja- que también reclama.
No digo yo.