Bueno. Voy a contar una intimidad, pero solo por que tengo FB, pero que quede entre nosotros los 200.
Resulta que hoy pasaron el enterprise, Star trek, cuando la mina es la capitana. Me encanta(ba) esta serie. Ahora la veo con mi hijo de 14.
Y como me gusta la tele conversada, le digo: ¡uy! yo soy la B’Elana Torres, y ¿tú?
Tiene 14, ¿qué me va a contestar? Que el es Spok poh! (Lo dice con cara de asco)

Tiene 14, no es necesario gastarse explicándole que Spok no se puede, porque el sabe. El sabe todo y más. Lo entiendo, porque yo también era Spok a los 14. Nunca menos.

Lo malo es que fue un capítulo dedicado a la B’Elana y su doble condición de humana y klingona, a su fragilidad, a su lucha con las fuerzas del maquis y a la aceptación de ser una guerrera sin querer serlo. ¿Cómo integrase? Ella que peleó con todo lo que tuvo a mano.

¿Cómo es posible que tratando de jugar a algo, una vaya y se dé una patá en el culo con todas sus fuerzas?
Ahí estaba yo, cuando le pregunto a D. que quién sería él. Lo pregunté para parar la caída libre de mis asociaciones. Dice que no sabe, lo piensa poco, y dice dulcemente, Tom.
Listo, se acabo la tele. Y es no más. ¿Quién, si no, va a ser D.?

Aló! hablo con el teléfono de violencia contra la mujer?
No, acá atendemos todas las violencias.
Ah! entonces me equivoqué, hablo con la comisaría de la esquina. Disculpe.

Veamos, comencemos desde el principio. ¿Son las mujeres un grupo con intereses especiales y propios de «mujeres»?

Si y no.
Si porque es evidente que si las mujeres si ganan en Europa al rededor de 23% menos que los hombres en promedio- no importa que posición ni calificación, desde la ejecutiva, pasando por la médico hasta la limpiadora- no sacan mucho con buscar una solución ajena al hecho de que son LAS MUJERES las que ganan menos.
Ponganse a pensar que hay preocupación por la cesantía juvenil, los sueldos de los jóvenes en sus formaciones profesionales. Es absurdo pensar que las mujeres no son grupo con intereses propios.
Y no, no lo son porque no es un grupo homogéneo, las mujeres no pertenecen todas a la misma clases social, por ejemplo. Una diferencia evidente es cuando una mujer está en la casa y preferiría que a su marido-proveedor le dedujeran de los impuestos el hecho de serlo, o sea, ella es carga familiar del trabajador. Si la mujer trabaja, no va a querer la deducción de impuestos solo al marido puesto que ella coopera económicamente al grupo familiar. Cómo soluciona cada pareja este tipo de disyuntivas es otra cosa dentro de las bases del trato de un Estado a sus ciudadanos (y ciudadanas, ya hemos visto que no es lo mismo).

Las diferencias económicas, empero, se mantienen y con desventaja para el patrimonio acumulado por la mujer en su etapa producctiva y reproductiva. Qué se casó con un hombre generoso y fantástico? Siempre le gustó la casa y los chicos no están con el padre como con ella. Bueno, no hay problema, pero su patrimonio no es el del hombre y la sociedad debe tener una respuesta para el problema real que significan las que el príncipe azul abandono con 5 hijos, todos cesantes. (Ya con uno… pero es que no me resulta la seriedad a mi).

Una consejería para hombres no tiene por qué poner el acento que pone una consejería para mujeres en este punto. Sin tomar en cuenta, esta vez las consecuencias de la enseñanza de los roles femenino -pasivo, maternal, protector, dulce- y masculino -agresivo, pujante, protector activo- que también influyen al momento de valorar, contar y denunciar una agresión física, podemos decir que la seguridad económica, la posibilidad de realizar una denuncia y no morir de hambre en el intento, debe haber un consejo especializado en mujeres: POR ESO EXISTE EL TELÈFONO DE DENUNCIAS DE VIOLENCIA MACHISTA.
Es porque la diferencia está, entonces la reconozco y la privilegio en las medidas.
No es la diferencia de trato el problema, ser diferentes no es problema, es la diferencia de trato QUE CONLLEVA LA DESVENTAJA de las mujeres, en este caso, golpeadas. Ya se sabe que van 38 mujeres muertas a manos de hombres vinculados a ellas en su entorno íntimo. Si hubieran llamado al teléfono… como la última, la chica de 13 años en ese pueblo perdido.
No puedo evitar pensar que podría ser la hija de cualquiera de nosotros.

Nadie quiere ser víctima y nadie quiere tener privilegios que no vengan de sus méritos, pero la vida no es así y si nosotras no aceptamos que se nos privilegie por orgullo, falsos conceptos de igualdad -que no es- o de libertad, estamos retrasando aún más mejoras en las condiciones de nuestras hijas. Seamos responsables.

Volviendo a los golpes y al teléfono: Que una mujer golpeada promedio -en realidad la gran mayoría, pero yo quiero que se me lea y no darle susto a nadie mostrando la realidad de golpe y porrazo- se la va a pensar antes de iniciar un juicio mediante demanda al hombre del que depende. La influencia es tan grande que podemos ver en España directamente como funciona: Link a El Mundo.

Dicen que no se puede comentar en este coso, sin dar una contraseña. Como ya he revisado todo, no entiendo y solo me falta mandar carta en inglés a los del soporte, intento publicando esta aclaración y pidiendo que traten de comentarme. Veremos.
Un beso y sigo acá, un poco ocupada, pero ya vengo.

Una de las cosas que haces Ricardo, es que a pesar de que me arranqué rajando hace 23 años me tenga que confrontar personalmente con «lo que pasó» una vez al año.
Me arranqué para no soportar lo que venía, que se intuía duro, que se intuía «en la medida de lo posible», y entre nosotros Ricardo, ya sabíamos que no era mucho lo posible por ese lado.
Lo que pasó fue tanto y tan duro que no es fácil para mi, como para ninguno de los «de siempre» aceptar tan poco.
Hay una frase por ahí de una canción de Victor Manuel que me da vueltas cuando trato de resumir mis cosas: «…si un día miras a los ojos de la patria y donde estuvo la ilusión no encuentras nada, dí que la quieres pero no puedes soportarla…»

Cuando pienso en ti Ricardo, pienso que en Francia a los que participaron en la resistencia se les recibe con honores. Contaban mis profes de la Uni -estudié Ciencias Políticas acá- que no se les permitía pagar nada en los años posteriores a la guerra, ni un café. Los que empuñaron las armas contra Vichy y los nazis son héroes con placas por las calles. Y nadie quiere haber sido colaboracionista ni haber tenido uno en la familia.
Alguna vez pasé con mi hijo, alemán, por el sur de Francia y le mostré las placas, le expliqué, como pude, tanta sangre, tanta lucha entre seres humanos. El no a la guerra acá es un sentimiento que se toca.
Y conste que todo este reconocimiento y el primer gobierno democrático fue uno de derecha.

Pensé en ti hace años cuando traduje simultáneo a un ex combatiente de la resistencia alemana, de esos pocos que pelearon y pusieron bombas e hicieron sabotaje. Estuvo incomunicado completamente 3 años, no le hablaban, 3 años sin un ser humano que le dirigiera la palabra. Mientras otros se suicidaron en el aislamiento pensado como tortura, el se aprendió a Schiller de memoria.
Era un electricista que además estuvo en trabajos forzados. Me contó como hicieron para cortar los cables de transmisión del primer discurso radial de Hitler. Yo entendí, lo felicité, estaba orgulloso de lo que habían hecho. Lo traduje para un grupo de gente a los que él desde su agrupación de ex combatientes del régimen nazi mostraba todos los lugares importantes para la resistencia en Alemania. Al final del viaje frente a una piedra negra que recuerda a los caídos, me abrazó y me dijo «compañera».
¡Qué vergüenza!!! ¡qué vergüenza Ricardo!!! Qué hice yo para que me llamara compañera ese viejo luminoso. Tú si te lo mereces, compañero.

Y eso es lo que se me atraviesa cuando quiero escribir de ti, no sé como decir poéticamente que eras un ser humano como cualquier otro y que sin embargo tú dijiste que si, tú el que dijo ok, algo hay que hacer, y partiste.Por supuesto que esperabas sobrevivirla. Todos esperabamos sobrevivir. Si hubieras sido un Hércules no habría mérito. Tú con tus errores y tus virtudes. Tú con tus rollos y tus bromitas. Tu con un hijo y un país. Así como eras y con lo que había. Por eso eres mi héroe Ricardo, no porque fueras de acero, sino por todo lo contrario. Elegiste no ser victima pasiva. ¡No cualquiera compadre! Otros se llenaron de palabras y ocuparon el lugar que gente como tú les hizo en la mesa y siguen sin mirar para atrás.
Pero para mi ese es el legado, creo yo y ese es el esfuerzo actual. Que se sienten los demás, yo conocí al Silva y no me pienso callar. Se lo debo.

Son otros tiempo, y menos mal, tampoco voy a glorificar la época por obligarnos a entregarlo todo y sin mirar para atrás. No, gracias.
Las maneras de hacer política son distintas, los grupos otros, las necesidades no se comparan con los tiempos de dictadura.
Ahora, tampoco es que te tenga puras buenas noticias, que sepas Ricardo que seguimos con el temita de desprivatizar la universidad, el de desprivatizar el cobre y hoy dele que suene con lo del litio. Y mejor ni te cuento quién es presidente. Esa es nueva, pero como dirían los viejos: los mismos actores políticos en el policy process, jejejejeje… bue, casi, van apareciendo otros y a optimismo no nos gana nadie, y a pacientes tampoco. Ya sabes, lo de la ardiente paciencia, sigue valiendo.

Si Ricardo, no te preocupes que no nos olvidamos, no nos olvidamos de nada, y un día voy a ir a Chile y le voy a contar a Adrián, mi hijo, que esa placa y ese monumento recuerda a los que combatieron contra la dictadura con absolutamente todo lo que tenían a mano y le voy a decir que a ellos les debemos que el mundo sea mejor empezando por reconocerles que ni esta porquería de democracia tendríamos si no fuera por ellos.
Por mientras, mi moto político Ricardo es no hacer lo que no quiero. Tal cual el poema de Benedetti: una cosa es no hacer lo que quiero, pero no hago lo que no quiero. Para eso no se necesita estar muy convencida de nada, ni entenderlo todo.

Listo. Eso es lo que me sale esta vez. Ya sabes, los pelambres los dejo para cuando vea a los que tu llamabas cariñosamente «las viejas», así no quedan huellas. A ver a quién estarán pelando en estos días.
Un beso.
Paloma

Hace unos años mi hijo y sus compañeros de curso del colegio básico hicieron un asado con pelotéo en el prado de la esquina. Tambien jugaron a la escondida, y al esconderse detrás de unos arbustos uno de ellos encontró un hueso. Los niños se quedaron mirando el hueso y detrás llegamos los padres a ver que pasaba. Ese hueso parecía un fémur… ese hueso parecía un fémur… Llamamos a la policía y llegó. Llegó un juez y cercaron el lugar. En 20 minutos llegaron hata los de la policía criminológica, y era domingo.
La verdad es que nunca más escuché realmente del asunto y eso que esto es un pueblucho.
Los alemanes son con los muertos más que exáctos, están llenos de reglamentos y tabús, por razones obvias. Ningún hueso anda dando vueltas por ahí, nadie puede quedarse con las cenizas de sus padres, como hacemos en Chile. Es parte del respeto al ser humano, como ellos lo entienden, que ni recordemos como tuvieron que aprenderlo, y del respeto a su dignidad, el darle sepultura. Ahora hay gente que quiere ser enterrada en el bosque.
Hay bosques oficiales, nada de desordenes, no de posibilidad remota de pasar a llevar la dignidad de la persona muerta.
Alguien me contó después que se suponían que en el caso del fémur, alguien había sacado tierra del cementerio, de la parte antigua, y la había tirado allí.

Qué raro es esto de los muertos y lo que consideramos respeto por el ser humano después de muerto.
Qué raro como funciona lo de la justicia y el par de huesos que te encuentres por ahi y lo que puedas hacer con ellos. Qué raro cómo los pueblos resuelven hacer con los perdedores de las guerras.
Dice mucho del ganador y de la democracia que produjo, pienso.
Y esto, porque leer el diario me muestra como viven otros y qué significa meter la cabeza en la arena en otras latitudes.